La semana pasada, unos cincuenta artistas y dramaturgos israelíes, miembros de las principales compañías teatrales de Israel, firmaron una declaración anunciando que rechazarían actuar en Ariel, una de la mayores colonias de Cisjordania, donde recientemente fue inaugurado un centro cultural.
Los universitarios, que firmaron un manifiesto de solidaridad, afirman que apoyan a "los artistas que rechazan presentarse en Ariel. Saludamos su coraje y les agradecemos por haber vuelto a situar en el primer plano el debate sobre las colonias".
Uno de los firmantes, el profesor Nissim Calderon de la universidad Ben Gurion de Beersheba, afirmó a la radio militar que era favorable a un "boicot cultural de las colonias construídas en violación del derecho internacional en territorios ocupados".
En un segundo llamado público, escritores como David Grossman, A.B. Yehoshua, Amos Oz y el escultor Dani Caravan, se disponen también a expresar su apoyo a los artistas.
La petición, cuyo contenido fue publicado por el cotidiano Haaretz, estima que "acordar una legitimidad aceptando la empresa de colonización atenta contra las posibilidades de Israel de lograr la paz con nuestros vecinos palestinos".
La iniciativa de los actores y artistas había suscitado una polémica en el mundo del espectáculo así como la cólera de los colonos y de la derecha israelí.
El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó el domingo que Israel "es víctima de una campaña internacional de 'deslegitimización' y todo boicot es inaceptable - más aún en el país y cuando proviene de gente financiada por el Estado".