Israel destruye tres casas palestinas en Jerusalén Este

AFP, Agence France-Presse

JERUSALÉN, (AFP) - Las autoridades israelíes demolieron este martes tres casas palestinas, una de ellas ocupada por sus habitantes, en el sector oriental anexionado de Jerusalén, informaron la policía y testigos, una iniciativa condenada por la UE y por la ONU.

Una demolición en Jerusalén
Una demolición en Jerusalén
Las viviendas, ubicadas en el barrio de Issawiya, fueron demolidas por orden de la municipalidad porque no habían recibido un permiso de construcción.
En una de las casas, la policía pidió a sus ocupantes, seis miembros de la familia Al Rajabi, que se mudaran antes de que una topadora la destruyera, constató un fotógrafo de la AFP.
Las otras dos casas, aún deshabitadas porque todavía estaban en obra, también fueron destruidas, según el fotógrafo.
La policía, que fue desplegada en el lugar por el riesgo de enfrentamientos con manifestantes palestinos, no tuvo que intervenir, precisó un portavoz de la policía.
Miles de casas palestinas en la parte oriental de Jerusalén corren el riesgo de ser destruidas porque fueron construidas sin el permiso de las autoridades israelíes, muy parcas a la hora de otorgar esos permisos.
El lunes, la municipalidad israelí de Jerusalén había autorizado la construcción de cuatro edificios con 32 apartamentos en Pisgat Zeev, un barrio de colonización judía de Jerusalén Este.
Un portavoz de la municipalidad había afirmado que una comisión de planificación municipal autorizó la construcción de cien casas, una parte de ellas en los barrios árabes.
La Comisión europea y la Autoridad Palestina denunciaron este martes las demoliciones, así como las nuevas autorizaciones de construcciones israelíes.
"Debo expresar mi profunda preocupación por lo ocurrido en Jerusalén Este", declaró en Bruselas el presidente del Ejecutivo europeo, José Manuel Barroso, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad.
"Se trata de iniciativas contraproducentes. Las colonias y la demolición de viviendas son ilegales, violan el derecho internacional, constituyen un obstáculo para la paz y amenazan con hacer imposible una solución (de paz) de dos Estados", agregó Barroso.
Por su parte Fayyad criticó las recientes decisiones, que están "en contradicción con la necesidad de tener un concepto viable de solución de dos Estados", uno palestino que reúna a Cisjordania y Gaza, y otro israelí.
El enviado de Naciones Unidas para Oriente Medio, Robert Serry, instó a las partes a "abstenerse de cualquier acción provocadora".
"Sigo con preocupación los desarrollos en Jerusalén Este y las tensiones que persisten en la ciudad", subrayó Serry en un comunicado.
El estatuto de Jerusalén y la construcción de viviendas judías en la parte oriental de la ciudad constituyen uno de los puntos de discordia entre palestinos e israelíes.
Israel proclamó a Jerusalén "capital eterna y unificada", mientras que los palestinos quieren que el sector oriental de la ciudad sea la capital de su futuro Estado.
La comunidad internacional no reconoce la anexión israelí del sector oriental de la Ciudad Santa, ocupado desde junio de 1967, ni tampoco las colonias judías de Cisjordania.


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