El presidente palestino Mahmud Abas acusó por su parte a los responsables de este secuestro - que Israel atribuye al movimiento islamista Hamas pero que no ha sido reivindicado de manera fiable-, de querer "destruir a los palestinos".

Paralelamente, el ayuntamiento de Jerusalén aprobó la construcción de 172 viviendas en el barrio de colonias de Har Homa, en Jerusalén Este ocupado y anexionado, una decisión criticada por la oposición.

En la sexta jornada de la operación Guardianes de nuestros hermanos, el ejército israelí detuvo durante la noche del martes a 65 palestinos, llevando a 240 el número de detenciones desde el secuestro de los adolescentes el 12 de junio. La mayoría son militantes y dirigentes de Hamas, entre ellos el presidente del Parlamento palestino, Aziz Dweik.

En esta última tanda figuran además 51 prisioneros liberados en 2011 a cambio del soldado Gilad Shalit, secuestrado en 2006 y retenido por Hamas en Gaza. Entre ellos se encuentra Nael Barghuthi, que era entonces el preso palestino más antiguo, con 33 años tras las rejas en Israel.

Según el ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon, "el mensaje es que no solo estamos trabajando para liberar a los chicos, pero que cuando haya un secuestro volveremos a encarcelar a los liberados".

"Hasta el momento nadie lo ha reivindicado y no hemos recibido ninguna exigencia", indicó Yaalon en un encuentro con las familias de los jóvenes.

Mahmud Abas, que había condenado el secuestro, denunció el miércoles a sus autores. "El que ha secuestrado a los tres jóvenes israelíes quiere destruirnos y le pediremos que rinda cuentas", declaró Abas en la apertura en Arabia Saudita de una reunión de la Organización de Cooperación Islámica (OCI).

"Es de nuestro interés tener una coordinación con Israel en materia de seguridad, ya que esto nos protege", añadió, reafirmando su oposición a una tercera Intifada.

Hamas discrepa con la opinión del presidente. "Las declaraciones del presidente Abas sobre la coordinación en materia de seguridad no están justificadas, perjudican el interés nacional y son contrarias al acuerdo [de reconciliación, NDLR] del Cairo", afirmó el portavoz de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri.

Hamas renunció oficialmente al poder en la franja de Gaza tras la formación el 2 de junio de un gobierno de unión compuesto por personas independientes, gracias a un acuerdo de reconciliación con la Organización de Liberación de Palestina (OLP), dirigido por Abas.

- "Operación a largo plazo -

La ministra israelí de Justicia Tzipi Livni, encargada de las negociaciones con los palestinos, interrumpidas desde finales de abril, dijo que las declaraciones de Abas eran "muy importantes para la lucha que estamos llevando, al menos de cara a la comunidad internacional".

Según comentaristas, Israel, que pretende boicotear la reconciliación, está aprovechando la operación actual - el despliegue más importante en Cisjordania desde el fin de la segunda Intifada en 2005 -, para desmantelar las redes de Hamas.

"Estamos en medio de una operación a largo plazo. Incluirá numerosas intervenciones contra los terroristas que cometen atentados, asesinatos, secuestros y que quieren destruir el Estado de Israel", declaró el primer ministro Bejamin Netanyahu.

Durante la búsqueda de los tres jóvenes israelíes, el ejército ha registrado cerca de 800 edificios, y se ha concentrado especialmente en las instituciones económicas de Hamas.

"Tenemos dos operaciones paralelas, la primera para traer de vuelta a los chicos y la segunda para dar un golpe importante a las infraestructuras e instituciones terroristas de Hamas", explicó el miércoles el portavoz del ejército, Peter Lerner.

Una dirigente de la OLP, Hanane Ashraui, acusó a Israel de utilizar el secuestro como un "pretexto para aplicar un plan prestablecido de anexión de Cisjordania y de lanzar un ataque deliberado contra el Estado Palestino".

Los tres israelíes, uno de 19 años y dos de 16, fueron secuestrados según la prensa israelí, cerca del Gush Etzion, una zona de colonias situada entre las ciudades palestinas de Belén y Hebron controlada por Israel.

Tras el secuestro, internautas israelíes y palestinos han lanzado una guerra de comunicación en las redes sociales con el mismo hashtag #bringbackourboys ("devolvednos a nuestros chicos").

En el lado israelí, la página de Facebook ya tenía el miércoles más de 100.000 suscriptores y había miles de mensajes pidiendo la liberación. Mientras que los palestinos aprovecharon para reclamar la puesta en libertad de los prisioneros menores en Israel.