"Los desembarcos no paran y la urgencia es cada vez más flagrante: dos buques mercantes están socorriendo a dos barcos con 300 y 361 personas a bordo. Parece que hay al menos un cadáver a bordo", declaró el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, a la radio pública Rai Uno.

"Rescatamos a más de 2.500 personas en las últimas 48 horas y otros operativos, llevados a cabo por navíos mercantes, están en curso, es decir un total de 4.000 personas", confirmó a la AFP un portavoz de la Armada.

"Se trata del número más importante registrado en 48 horas desde el lanzamiento de la operación Mare Nostrum", agregó.

La operación Mare Nostrum fue lanzada por las autoridades italianas para evitar nuevas tragedias tras dos naufragios en octubre pasado, cerca de la isla sureña de Lampedusa y de la isla de Malta, que se saldaron con la muerte de 400 inmigrantes.

Con Mare Nostrum -nombre dado al Mar Mediterráneo en la Roma antigua-, se reforzó el dispositivo militar. Doce lanchas de los guardacostas y de la policía operan en una zona de 40 millas (alrededor 75 kilómetros) cerca de Lampedusa, principal puerto de entrada en Europa de inmigrantes provenientes de África.

Asimismo, un buque anfibio, dos patrulleros y dos fragatas operan fuera de esta zona.

La nacionalidad de las personas rescatadas en estos últimos dos días no ha sido comunicada, pero por lo general proceden de países del este de África, principalmente de Somalia y Eritrea, y pasan por Libia.

"Una vez que los inmigrantes son rescatados, intentamos saber de dónde vienen. Algunos tienen papeles, otros no. Hay una sección especial en el barco, a bordo del cual está la policía, para este proceso de identificación. Además, alimentamos a los inmigrantes y se les hace exámenes de salud", indicó el portavoz de la marina militar.

- "Presión migratoria" -

"Italia está sometida a una presión migratoria muy fuerte, que llega de Libia", sostuvo el ministro italiano del Interior.

Según Alfano, hay "entre 300.000 y 600.000 inmigrantes" que buscan embarcar desde Libia para llegar a Europa. "Es una estimación por defecto, que ha sido confirmada por la comisaria (europea de Asuntos Internos) Cecilia Malmström", aseguró.

Europa "debe hacerse cargo de la situación. No puede decir que dando 80 millones de euros a Frontex (la agencia de vigilancia de las fronteras europeas) ha resuelto el problema", afirmó.

"Nosotros, desde octubre, hemos salvado miles de vidas. Hay mercaderes de la muerte que ganan dinero con estos tráficos y lanzan alertas de socorro sólo una vez que se alejaron 30 o 40 millas de la costa libia", explicó.

Italia, en primera línea frente a las costas africanas, multiplica los llamados a sus socios europeos pidiendo más solidaridad para "controlar las fronteras que son europeas antes de ser italianas", como lo había subrayado Alfano en octubre.

También España apeló el mes pasado a la responsabilidad de sus socios de la Unión Europea (UE) para hacer frente al aflujo masivo de inmigrantes en Ceuta y Melilla, dos territorios españoles enclavados en Marruecos.

Roma había logrado poner este tema en la agenda de una cumbre europea en Bruselas a finales de octubre, pero las decisiones habían sido diferidas hasta junio de 2014, tras las elecciones europeas.

Los tratados europeos prevén una repartición de las responsabilidades, incluso financieras. Pero los países del norte de Europa se niegan a asumir esta carga.