El cineasta de 55 años, que en 2013 se hizo con el premio del Jurado con "De tal padre, tal hijo", sigue desarrollando sus dramas en el entorno familiar. El director se fija en esta cinta en un grupo de marginados que se unen formando una peculiar familia, planteando así si la familia son sólo lazos de sangre.
Se trata de la quinta participación de Kore-eda en la competición reina del certamen francés y de la quinta Palma de Oro que conquista Japón. El cineasta dedicó el galardón a los realizadores que no pudieron estar en Cannes, en referencia al iraní Jafar Panahi y el ruso Kirill Serebrennikov.
El segundo premio en importancia fue para el director estadounidense Spike Lee por su comedia antirracista "BlacKkKlansman", protagonizada por Adam Driver y John David Washington, el hijo de Denzel Washington.
El sexagenario Lee, que fue muy crítico con el presidente estadounidense Donald Trump durante la presentación de su película, dedicó la cinta, una obra inspirada en el caso de un policía negro que consiguió infiltrarse en la organización racista Ku Klux Klan en los años 70, a la gente de la República de Brooklyn de Nueva York.
En un gesto sin precedentes, el jurado presidido por la actriz australiana Cate Blanchett quiso dar una Palma de Oro especial, al director franco suizo Jean-Luc Godard. El veterano cineasta competía con "Le livre d'image", una particular mezcla de imágenes y textos de grandes autores con la que el vanguardista realizador de 87 años habla de una forma única del mundo actual. El premio, dijo Blanchett, es por "hacer avanzar el cine".
Godard no acudió al festival, pero sí hizo una aparición estelar cuando se presentó ante la prensa a través de la pantalla de un teléfono móvil y atendió a las preguntas de los periodistas durante la más surrealista rueda de prensa vivida en Cannes.
En un año en el que el tema de la escasa presencia de la mujer en el cine ha sido uno de los temas latentes en los debates durante el certamen y se han tomado medidas para atajar los abusos sexuales con una cuenta de mail y un teléfono para atender denuncias, el festival invitó a Asia Argento, una de las actrices que ha denunciado por violación al productor estadounidense Harvey Weinstein, quien durante años era adorado como un dios en el certamen francés.
Argento clamó contra los abusos sexuales tras reiterar que Weinstein la violó durante el certamen y agregó: "Hoy siguen sentados entre nosotros otros que todavía no han sido juzgados por sus actos. Sabéis quiénes sois. Y, sobre todo, sabemos quiénes sois", dijo. Sus palabras fueron recibidas con un fuerte aplauso.
La actriz fue además la encargada de anunciar el premio a la mejor intérprete, una distinción que fue para la kazaja Samal Yeslyamova, que brilla dando vida a una inmigrante indocumentada en Moscú en "Ayka", un drama del realizador kazajo Sergei Dvortsevoy, el artífice de la aclamada "Tulpan", en la que Yeslyamova también participaba.
Como mejor actor fue proclamado el italiano Marcello Fonte, protagonista de "Dogman", del italiano Matteo Garrone, que construye una metáfora política sobre la situación de su país inspirándose en el caso real de un hombre sencillo que, harto de humillaciones, asesinó a su amigo, un boxeador.
El premio del Jurado fue para la libanesa Nadine Labaki, que en su drama muy próximo al documental "Capharnaüm" habla de la infancia maltratada y los indocumentados que quedan apartados en su país. La directora y actriz salió al escenario acompañada del protagonista de la cinta, un refugiado sirio que huyó de la guerra en su país con su familia hace varios años y sufrió en carne propia algunas de las duras situaciones que se muestran en su filme.
El premio para el mejor director fue para el polaco Pawel Pawlikowski por "Cold War", una emocionante historia de amor en blanco y negro y una de las películas que más unánimemente aplaudió a la crítica.
El premio del guión recayó ex-aequo en la italiana Alice Rohrwacher por "Lazzaro Felice". Su fábula sobre la bondad en la Italia actual conquistó a la crítica y había muchas esperanzas en que la Palma de Oro, que hasta la fecha sólo la ha recibido una mujer, pudiera caer en sus manos.
Rohrwacher comparte el premio con Nader Saeivar, guionista de "Three Faces", la película de Jafar Panahi, al que las autoridades de su país impidieron viajar a Cannes.
En la edición más política que se recuerda en años, en la que han brillado por su ausencia las estrellas de Hollywood, una de las imágenes más impactantes fue la de las mujeres del mundo del cine reclamando más presencia en la industria.
Un total de 82 mujeres, el número de directoras que han concurrido por la Palma de Oro en 70 años de certamen, ocuparon las escaleras que llevan a la sede del certamen reclamando políticas eficaces para poner fin a esa disparidad.
Asimismo, en 2018 se levantó el veto que pesaba sobre el director danés Lars von Trier, que regresó con discreción a Cannes tras haber sido declarado persona non grata hace siete años.
Al término de la premiación, los cantantes Sting y el jamaicano Shaggy sorprendieron con un improvisado miniconcierto en la alfombra roja de Cannes. Los que se quedaron en la sala vieron "El hombre que mató a Don Quijote", la película que durante 25 años ha estado persiguiendo y finalmente consiguió rodar Terry Gilliam.