Joe Arroyo, intérprete de la salsa y creador de un estilo único en Colombia

AFP (Agencia France-Presse)

BOGOTÁ. - El cantante y compositor Joe Arroyo, fallecido este martes a los 55 años de edad en Barranquilla, de cuyos carnavales fue figura estelar, es considerado como el principal intérprete de la salsa en Colombia, al punto que creó un estilo único conocido como el "joeson".

Joe Arroyo.
Joe Arroyo.
Arroyo, cuyo verdadero nombre era Alvaro José, nació en el humilde barrio Nariño, de palenqueros (descendientes de esclavos cimarrones), en Cartagena, sobre el mar Caribe, el 1 de noviembre de 1955, donde le crió su madre Angela.
"Con un par de latas de manteca llenas de agua, yo tenía que ir y venir a la tienda de un señor que se llamaba Jericó. Cuando estaban vacías, me las ponía en la cabeza y eso daba un eco hermoso que, creo, sin saberlo, me afinó la voz. Por eso me decían 'Voz del tarro'", narró el Joe a la revista colombiana Cambio en 2005.
"Yo imitaba por esos días a Raphael, cantaba el Ave María, y cuando terminaba, yo mismo me ovacionaba con un '¡yaaaahhhhhhhh!'. Allá adentro del tarro sentía que estaba en un escenario y que me aplaudían. Ese era mi sueño de pelao (niño) y mi Dios me lo concedió", contó en esa entrevista.
Joe Arroyo empezó su carrera musical con apenas 15 años de edad, cuando se integró al Súper Combo Los Diamantes, aunque ya antes cantaba de manera eventual en cabarets de Cartagena.
Es reconocido por haber retomado los diferentes ritmos de la música caribeña colombiana, como la cumbia, el porro y la champeta, que mezcló con la salsa, la soca y el reggae, combinación que finalmente derivó en un estilo que lleva su nombre el "joeson", según la crítica.
A los 17 años se integró a la orquesta Fruko y sus Tesos, con la que compuso su primera canción "Tania" y a la que acompañó hasta 1978, cuando decidió formar su propia agrupción musical.
"El Joe era un muchacho que venía del barrio Nariño a triunfar. Su postulado fue que su voz se escuchara y que su mensaje alegrara la vida de las demás personas", comentó este martes Julio Ernesto Estrada "Fruko", el director de la orquesta.
En 1980 consiguió crear su propia banda La Verdad, con la que compuso la mayor parte de su éxitos, como "Carnaval", "Bolobonchi", "Amanecemos, sí", "La noche" y "Echao pa' lante".
El pianista colombiano Chelito de Castro, quien le acompañó en los escenarios durante unos 15 años, le recordó este martes como "un hombre suave", que "tenía en la cabeza el sonido que quería lograr, y la fortuna de que todo lo que hacía le lucía".
En sus piezas, el cantante cartagenero narró no sólo la vida cotidiana, sino también el tema de la negritud, destacó este martes el Ministerio de la Cultura, al resaltar en particular su canción "Rebelión" (1986), mejor conocida por su estribillo "No le pegue a la negra", sobre un matrimonio de esclavos africanos en la Cartagena del siglo XVII.
Según su biógrafo Mauricio Silva, autor del libro "El centurión de la noche", Arroyo, "más allá de su sabrosura, encarnó la figura del negro rebelado".
En esa década de 1980 se vinculó en Nueva York con músicos como el dominicano Johnny Pacheco y el estadounidense Jerry Masucci, de la casa disquera La Fania, y compartió tarima con los grandes de la salsa como Willie Colón, Celia Cruz, Bobby Valentín y Oscar de León.
A mediados de los años 1990, grabó varios clásicos de la música costeña colombiana.
A lo largo de su carrera, grabó 47 álbumes y fue autor de 137 canciones.
Estaba previsto que en noviembre de este año Arroyo recibiese el Premio Especial de la Academia del Grammy Latino a su trayectoria.
Arroyo, casado en dos ocasiones, dejó cuatro hijos y una nieta.
 


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