Jordania renueva su parlamento en unas elecciones boicoteadas por los islamistas
AFP (Agencia France-Presse)
AMMÁN. - Los jordanos renovarán el miércoles su parlamento pero el llamamiento al boicot de los islamistas podría desembocar en una asamblea incapaz de llevar adelante las reformas y de serenar el clima político en el país.
Manifestantes en Jordania
Ammán espera que la nueva asamblea actúe como motor de las reformas para serenar el clima político y a los manifestantes, movilizados desde el apogeo de la "primavera árabe" que acabó con cuatro regímenes en la región.
Pero los Hermanos Musulmanes, principal fuerza de oposición, así como el Frente para la Reforma Nacional del exprimer ministro Ahmad Obeidat pidieron a sus seguidores que no acudan a las urnas el 23 de enero, una ausencia que limitaría el alcance de los comicios y de las reformas posibles.
El boicot fue calificado de "error de cálculo" por el rey Abdalá II en una entrevista con la AFP en septiembre.
"Los parlamentos anteriores probaron su incapacidad para introducir reformas y cambios. El futuro parlamento no será una excepción. Podría incluso ser peor", explica por su parte Zaki Bani Rsheid, un dirigente de los Hermanos Musulmanes.
"Mucha gente no irá a votar y el paisaje político todavía será más decepcionante. Cualquier esperanza de instaurar una verdadera vida política como fundamento de un régimen parlamentario es engañosa", declaró a la AFP.
Con la ausencia de las fuerzas islamistas, la victoria de los jefes tribales, de personalidades cercanas al régimen y de empresarios parece asegurada.
Los Hermanos Musulmanes reclaman principalmente la revisión de la legislación electoral que redefinió la geografía de las circunscripciones, que consideran injusta. Exigen también la instauración de un sistema parlamentario en el que el primer ministro salga de las filas de una mayoría parlamentaria, y no que sea nombrado por el rey, como hasta ahora.
"No tenemos la intención de derrocar al régimen. Queremos reformarlo", subraya Zaki Bani Rsheid, que considera "una buena decisión" boicotear las elecciones".
"Un parlamento o un gobierno impuestos a un pueblo no tiene ninguna legitimidad. Se necesita un amplio diálogo nacional", dice.
Según la Constitución, las elecciones legislativas deben celebrarse cada cuatro años.
En 2010, tras la disolución del parlamento por el rey, hubo elecciones anticipadas que ya fueron boicoteadas por los islamistas para protestar contra las nuevas circunscripciones que, según ellos, benefician a las regiones rurales, cercanas al régimen, en detrimento de los centros urbanos, más favorables a los islamistas.
"Esperábamos de esas elecciones [en 2010] que se llevasen a cabo en un clima de concordia nacional, que diesen cierto poder a los diputados y que permitiesen la instauración de reformas. Pero no fue el caso", lamenta Oraib Al Rintawi, director del Centro Al Quds de estudios políticos.
"Las próximas elecciones agravarán los problemas en vez de resolverlos, sobre todo por el boicot. Veremos surgir un parlamento sin ningún peso político", asegura.
En Jordania la "primavera árabe" no terminó con la monarquía pero hay frecuentes manifestaciones pidiendo reformas y contra la corrupción.
Según el analista político Labib Kamhawi, las elecciones del miércoles no permitirán un cambio. "La oposición continuará expresándose pacíficamente en las calles. Y pienso que tras las elecciones pedirá la disolución del parlamento, lo que nos llevará nuevamente al punto de partida", asegura.
Al contrario, según el ministro de Información y portavoz del gobierno, Samih Maaytah, las legislativas son una "puerta abierta" a nuevas reformas. "No es el fin de las reformas, el boicot no es la solución", asegura.