Juan José Ibarretxe: "No he dejado de defender el derecho de decidir"
El Periódico de Catalunya, España
La i de inversión, de infraestructuras, de innovación. Esta es la i de Ibarretxe. Esto lleva predicando durante toda la campaña el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, cuya sintonía política y personal con el candidato a la reelección no es secreto que no es idónea. Ni rastro en los actos de esta campaña del empeño soberanista que Juan José Ibarretxe (Llodio, Álava, 1957) ha desplegado en los últimos 10 años.
Ibarretxe no pierde ocasión para afirmar que la exclusión judicial de las candidaturas de la izquierda aberzale responde a una maniobra política para hacer posible que los constitucionalistas (PSE y PP) alcancen por primera vez la mayoría en la Cámara vasca. "Esto es así. La sociedad vasca se ha dado cuenta de que el PSOE y el PP hacen permanentemente cálculos electorales con las ilegalizaciones. No hay más que fijarse en lo que pasó en las municipales, cuando los mismos eran legales en un pueblo y prohibidos en el de al lado. Todo el mundo sabe lo que pasa, aquí nadie comulga con ruedas de molino".
Las encuestas pronostican que, a partir del 1 de marzo, los juegos de alianzas decidirán el futuro del Ejecutivo vasco, pero Ibarretxe, sin negar que la estabilidad del futuro Gobierno puede ser precaria, se cierra a hablar de este asunto. "Determinados partidos y algunos medios de comunicación, fundamentalmente de Madrid, están mucho mas interesados en el 2 de marzo que en el día 1. Pero antes hay que escuchar a los ciudadanos. Es evidente que hay quien quiere echarnos de Ajuria Enea, pero eso, en sí mismo, no es un proyecto político".
Ibarretxe ensalza la "pluralidad" política del País Vasco y sostiene que los socialistas y los conservadores saben que "la única posibilidad" de hacerse con la mayoría del Parlamento es "reducir esa pluralidad, evitar que todas las formaciones políticas estén en el mercado del voto".
Su negativa a hablar de posibles alianzas es férrea. Tampoco accede a opinar sobre la preferencia mayoritaria de los vascos --apuntada por todos los sondeos-- por un acuerdo de Gobierno entre el PNV y el PSE. "Solo son encuestas", despeja.
Ibarretxe ha insistido durante toda la campaña en la comparación entre los grandes datos de la actividad económica y el empleo en Euskadi con los del conjunto de España. E intenta llevar la ventajosa comparación al terreno estrictamente político: "La coalición del Gobierno vasco formada por el PNV, EA y EB ha tenido más apoyos en la sociedad y en el Parlamento que el Ejecutivo monocolor de Zapatero. En Euskadi hemos dado ejemplo de aceptación de la pluralidad; la pasada legislatura es la que nos ha dado más leyes pactadas".
Responde así a quienes le acusan de ser refractario al diálogo. También niega que en esta campaña haya arrinconado su controvertida propuesta de celebrar una consulta sobre el derecho de decidir.
--No orillo ese tema.
--No lo cita en sus mítines.
--Cuando digo sin un gramo de autocomplacencia que Euskadi está mejor preparada que España para afrontar la crisis, aclaro que eso se lo debemos al autogobierno.
--Convendrá que no es exactamente lo mismo...
--Sí es lo mismo. El derecho de decidir más cosas no solo te permite desarrollar la identidad de tu pueblo y ubicarlo en el mundo, también te permite desarrollar tus empresas y colocar tus productos.
--Pero su discurso electoral pasa por alto las proclamas soberanistas explícitas. La dirección del PNV admite que no es el momento...
--Yo no he dejado de defender que el derecho de decidir significa mejorar. Decidir cada vez más cosas es apostar por el futuro".
Ibarretxe no acepta oír hablar del Concierto económico como un privilegio fiscal en relación con las demás comunidades españolas. Si las haciendas vascas son más efectivas, sostiene, "es porque gestionan mejor".
Esta es la cuarta vez que se presenta para ser lendakari. Si pierde, es probable que no haya una quinta vez. ¿Y si gana? "En euskera hay un dicho: Gero, gerokoak. El futuro es el futuro. ¿Cómo me veo yo? Tengo fuerza e ilusión para liderar el país los próximos cuatro años. En política es muy difícil que te digan te quiero más de una vez. Es muy difícil que un partido político, y una sociedad, confíe repetidamente en ti para que lideres su proyecto, y a mí me lo están pidiendo ya por cuarta vez".
Ibarretxe asegura que no hace cálculos sobre su permanencia en la actividad política. "En estos momentos, dedico toda mi energía a tratar de impulsar este país. Si los ciudadanos quieren que les acompañe, será un placer".
--¿Y si no quieren?
--Pues no pasa nada. No soy amigo de dramatizar la vida.