Kissinger dijo que Putin, que fue reelegido para un tercer período como presidente de Rusia en comicios salpicados de denuncias de irregularidades y en medio de protestas en su contra, "no es anti-occidental".
"Es, sobre todo, un patriota ruso que se siente humillado por la experiencia de los años 1990, durante los años más formativos de su carrera", dijo Kissinger en una entrevista con la cadena CNN, en alusión al colapso de la Unión Soviética en 1991 y la crisis subsiguiente.
"El tiene mucho resentimiento de lo que interpreta como una intervención en los asuntos internos rusos e incluso más, por supuesto, en lo que puede interpretar e interpreta como tendencia estadounidense para apoyar a sus opositores políticos para alentar su derrocamiento", dijo.
"Pero creo que un diálogo es posible y sobre temas específicos puede resultar ser un socio constructivo", agregó.