AFP (Agencia France-Presse)
WASHINGTON. - Después de varios aplazamientos por mal tiempo, la Nasa envió este sábado, adherido a un globo, una suerte de platillo volador a la alta atmósfera de la Tierra para probar una tecnología que podría un día ser usada para posarse en Marte.
El enorme globo inflado con helio fue lanzado a las 18H40 GMT desde la base militar de la isla hawaiana de Kauai, 25 minutos después de la apertura de una ventana de lanzamiento, según imágenes televisivas de la transmisión en directo.
El globo, que una vez que esté completamente inflado en la atmósfera será del tamaño de un campo de fútbol, transporta un objeto en forma de disco llamado "Low-Density Supersonic Decelerator" (desacelerador supersónico de baja densidad, o LDSD) que se adjuntará a un paracaídas gigante.
Le tomará de dos a tres horas al globo llegar a los 36.600 metros, donde flotará. Poco después, la nave de ensayo en forma de disco será lanzada y su propulsión de cohete se encenderá para llevarlo a 54.900 metros, o sea 3,8 veces la velocidad del sonido o 4.651 km/h.
Es entonces cuando se probará la primera nueva tecnología objeto de este ensayo.
Se trata del Desacelerador supersónico aerodinámico inflable, o SIAD (Supersonic Inflatable Aerodynamic Decelerator), cuya forma se asemeja a un buñuelo redondo con un agujero en el centro.
El SIAD frenará la nave hasta una velocidad de aproximadamente 2,5 veces la velocidad del sonido (3.060 km/h) antes de desplegarse un enorme paracaídas supersónico que frenará el descenso del aparato para un aterrizaje suave, 40 minutos después de su liberación.
La Nasa tiene previstos otros dos vuelos del LDSD para probar las dos tecnologías de frenado y de aterrizaje, el desacelerador inflable y el globo.
"Si nuestro platillo volador alcanza la velocidad y la altitud previstas, será un gran día para nosotros", dijo recientemente Mark Adler, el responsable del proyecto LDSD.
Desde la década de 1970, la Nasa utiliza el mismo sistema de paracaídas para frenar sus trenes de aterrizaje y robots que posa en el planeta rojo, a medida que descienden a través de la delgada atmósfera marciana.
Sin embargo, para los proyectos más ambiciosos de exploración de Marte, la Nasa necesitará naves espaciales mucho más pesadas. Esto complica el aterrizaje y requiere un sistema de paracaídas mucho más potente y sofisticado.
La nueva tecnología está siendo probada a una gran altitud, porque las condiciones son similares a las de la atmósfera superior de Marte, también llamada termósfera.
Vientos demasiado fuertes en Kauai obligaron a la Nasa a posponer el experimento inicialmente previsto en una ventana de lanzamiento de dos semanas, a principios de junio.