La Policía Israelí Destruye un Pueblo de Beduinos en el Neguev

Al Manar, Líbano

Beer Sheva. - Yuma al Turi y su familia se sentaron durante varias horas mirando con incredulidad las ruinas de su pueblo de Al Arakib, al norte de Beer Sheva. Las casas, el edificio de almacenaje y la jaula del pájaro habían sido destruidos y los olivos habían sido arrancados.

La Policía Israelí Destruye un Pueblo de Beduinos en el Neguev
El pueblo fue arrasado después de que responsables del gobierno de ocupación israelí afirmaran que había sido construido “ilegalmente” sobre tierra estatal. Fuerzas de la Policía israelí destruyeron decenas de edificios, afirmaron los residentes, árabes que ostentan la nacionalidad israelí. Se produjeron choques entre la policía de ocupación israelí y los habitantes del pueblo y al final una mujer fue arrestada. Más de 1.500 policías llegaron para proteger las actividades de demolición.

Lo que realmente indignó a Al Turi, sin embargo, fue la degradación y malicia de los israelíes. “Vi las sonrisas de los policías y los inspectores que llevaron a cabo la destrucción. Ellos disfrutaban mientras dejaban a estos niños sin casa. Ellos hacían signos de la victoria con sus manos después de arrasar el pueblo. Parece que ellos estaban confundidos y creían que estaban en la guerra del Líbano combatiendo contra Hezbollah,” dijo.

Al Turi, que se gana la vida vendiendo comida en el sur de los territorios ocupados, Egipto y Jordania está entre los residentes mejor situados. Para los habitantes de la localidad él es un hombre de mundo y un símbolo de éxito. Muchos de sus amigos son judíos que venían cada día a su casa para comer y cerrar acuerdos.

Tras la destrucción, Al Turi elogió la ayuda rápida del Movimiento Islámico, que donó tiendas de campaña a las familias.

“Los judíos destruyeron, los musulmanes ayudan. Mira lo que han hecho. Están empujándonos directamente a las brazos amistosos del Movimiento Islámico. Éstas eran las tierras de mis abuelos. ¿Por qué quieren arrebatármelas? He vivido aquí pacíficamente y tranquilamente sin molestar a nadie. Soy un hombre de paz que se lleva bien con todo el mundo, pero ellos están empujándonos en una dirección peligrosa.”

Inspectores de la Administración Israelí de Tierras llegaron el martes por la mañana a Al Arakib junto con un gran número de policías. La Administración afirmó que la evacuación culminaba varios años de batallas legales -y físicas- con la tribu Al Turi. Ella añadió que había demolido 46 edificios y había arrancado 850 olivos.

La Asociación por los Derechos Civiles de la entidad sionista afirmó estar consternada por la demolición. “La destrucción del pueblo fue un acto brutal por parte de las autoridades estatales contra sus ciudadanos y residentes, lo que desestabiliza los fundamentos de la democracia y los derechos humanos,” dijo Rawia Abu Rabia, una abogada de la asociación.

Al Alto Comité Árabe de Control dijo el martes que reconstruiría los hogares destruidos. En una reunión de emergencia celebrada en Al Arakib, el comité decidió también establecer un fondo destinado a ayudar a las familias así como pedir a la ONU y las organizaciones de derechos humanos internacionales que intervengan en el tema.

Una oración masiva tendrá lugar en el sitio el próximo viernes.


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