La alta costura libanesa, viento en popa
La Vanguardia, Barcelona, España
Es estimulante ser cronista de Beirut. La mezcla de culturas, de estilos de vida y de modas, cuando no hay guerras ni turbulencias domesticas, es excitante. Algunas librerías ofrecen las ultimas obras escritas en árabe, francés e inglés, incluso, tímidamente, en español. Y en los cines, y no me canso de repetirlo a mis amigos de Barcelona, he visto a veces películas norteamericanas antes de que fuesen proyectadas en nuestras pantallas. Solo con imágenes, es posible describir este Beirut infatigable de mil rostros.
Un diseño de Georges Chakra
Miembro de la Cámara sindical de la Alta Costura de Paris, está percatado que Beirut, pese a todo, es capaz de convertirse, con los nuevos creadores en ciernes, en otra capital de la Alta Costura.
Georges Chakra es otro de los brillantes modistos libaneses que viste estrellas de Hollywood y aparece a menudo en las pasarelas de los desfiles de moda de Paris, y pisa los encarnados tapices de los festivales de los Oscars y de Cannes. Chakra gusta decir que "Beirut posee una magia especial... Cuando esta en calma".
Rem Acra es otro creador de moda, viviendo entre Nueva York y Beirut, muy solicitado por las estrellas estadounidenses. Recuerda que en sus años infantiles, acompañaba a su madre, a los viejos zocos de la ciudad, para comprar bordadas telas. La curiosa, increíble, "excepción libanesa" que permite que las edificaciones de inmuebles pululen por todas las calles de la capital, y que sus numerosos bancos queden al pairo de la crisis financiera hace también posible que los negocios de su Alta Costura a diferencia de grandes firmas como la francesa Christian Lacroix, vayan viento en popa.