La coalición árabe intensifica sus bombardeos en Yemen
AFP (Agencia France-Presse)
Saná, Yemen. - La aviación de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita multiplicó este domingo, por segundo día consecutivo, sus bombardeos contra los rebeldes chiitas en Yemen, en represalia por un ataque que costó la vida a 60 de sus soldados.
Tras los bombardeos del sábado, los aviones de la coalición volvieron a la carga este domingo, atacando numerosas posiciones rebeldes en la capital, Saná.
"Estamos determinados a librar Yemen de la podredumbre", declaró, según la prensa local, el jeque Mohamed ben Zayed Al Nahyan, príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos y comandante en jefe de las fuerzas armadas, en referencia a los rebeldes.
"La venganza (de los Emiratos) no tardará en llegar", añadió.
Los dirigentes de los Emiratos, que perdieron a 45 soldados el viernes cuando un misil rebelde provocó explosiones en un almacén de armas en la provincia de Marib, al este de la capital, decretaron el viernes tres días de luto nacional.
Los funerales de los soldados coparon las portadas de los diarios locales que destacaban "el sacrificio y el orgullo de toda una nación".
Los Emiratos anunciaron el sábado que su aviación había bombardeado varios objetivos rebeldes en Yemen por primera vez desde el inicio de la campaña aérea en el país.
La capital yemenita despertó este domingo con el estruendo de los bombardeos.
"El primer ataque sacudió literalmente mi casa", contó un habitante, Sadeq al Juhayfi.
La aviación apuntó a los rebeldes chiitas hutíes y a sus aliados, las fuerzas leales al expresidente Ali Abdalá Saleh, en Saná, según testigos.
Un cuartel general de las fuerzas de seguridad en Hada, en el sur de la capital, y posiciones hutíes en los barrios del norte de la ciudad, fueron blanco de los bombardeos.
Algunos habitantes huyeron de esas zonas ante la magnitud de las explosiones, contaron unos testigos.
Las bombas también alcanzaron unos depósitos de armas en Jebel Neqm, una zona controlada por las fuerzas pro-Saleh en el este de la ciudad, y el palacio presidencial, según habitantes de la capital.
La aviación de la coalición bombardeó también posiciones rebeldes cerca de las embajadas de Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes Unidos, y tropas de los pro-Saleh en Faj Atan y la colina de An Nahdayn, en la misma zona.
Otras posiciones hutíes fueron bombardeados este domingo en Al Saleh, en la entrada norte de Taez, indicaron habitantes de esta gran ciudad del suroeste de Yemen.
La víspera, la coalición mató a 12 rebeldes en Bayhan, una ciudad del sur desde dónde habrían lanzado los hutíes el misil que mató a 60 soldados -45 de los Emiratos, 10 de Arabia Saudita y cinco de Bahréin- el viernes.
El conflicto en Yemen, país pobre de la península arábiga ha causado cerca de 4.400 muertos y 1,3 millones de desplazados desde marzo, según la ONU. Veintiún millones de personas necesitan ayuda y protección.
Arabia Saudita y sus aliados árabes intervinieron en Yemen para impedir que los hutíes se adueñaran de todo el país a raíz de una ofensiva lanzada en 2014.
Con el apoyo de la coalición, las fuerzas gubernamentales retomaron desde mediados de julio cinco provincias del sur y están concentrando tropas en la provincia de Marib para intentar reconquistar Saná, más al oeste.
"Estamos determinados a librar Yemen de la podredumbre", declaró, según la prensa local, el jeque Mohamed ben Zayed Al Nahyan, príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos y comandante en jefe de las fuerzas armadas, en referencia a los rebeldes.
"La venganza (de los Emiratos) no tardará en llegar", añadió.
Los dirigentes de los Emiratos, que perdieron a 45 soldados el viernes cuando un misil rebelde provocó explosiones en un almacén de armas en la provincia de Marib, al este de la capital, decretaron el viernes tres días de luto nacional.
Los funerales de los soldados coparon las portadas de los diarios locales que destacaban "el sacrificio y el orgullo de toda una nación".
Los Emiratos anunciaron el sábado que su aviación había bombardeado varios objetivos rebeldes en Yemen por primera vez desde el inicio de la campaña aérea en el país.
- Saná bajo las bombas -
La capital yemenita despertó este domingo con el estruendo de los bombardeos.
"El primer ataque sacudió literalmente mi casa", contó un habitante, Sadeq al Juhayfi.
La aviación apuntó a los rebeldes chiitas hutíes y a sus aliados, las fuerzas leales al expresidente Ali Abdalá Saleh, en Saná, según testigos.
Un cuartel general de las fuerzas de seguridad en Hada, en el sur de la capital, y posiciones hutíes en los barrios del norte de la ciudad, fueron blanco de los bombardeos.
Algunos habitantes huyeron de esas zonas ante la magnitud de las explosiones, contaron unos testigos.
Las bombas también alcanzaron unos depósitos de armas en Jebel Neqm, una zona controlada por las fuerzas pro-Saleh en el este de la ciudad, y el palacio presidencial, según habitantes de la capital.
La aviación de la coalición bombardeó también posiciones rebeldes cerca de las embajadas de Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes Unidos, y tropas de los pro-Saleh en Faj Atan y la colina de An Nahdayn, en la misma zona.
Otras posiciones hutíes fueron bombardeados este domingo en Al Saleh, en la entrada norte de Taez, indicaron habitantes de esta gran ciudad del suroeste de Yemen.
La víspera, la coalición mató a 12 rebeldes en Bayhan, una ciudad del sur desde dónde habrían lanzado los hutíes el misil que mató a 60 soldados -45 de los Emiratos, 10 de Arabia Saudita y cinco de Bahréin- el viernes.
El conflicto en Yemen, país pobre de la península arábiga ha causado cerca de 4.400 muertos y 1,3 millones de desplazados desde marzo, según la ONU. Veintiún millones de personas necesitan ayuda y protección.
Arabia Saudita y sus aliados árabes intervinieron en Yemen para impedir que los hutíes se adueñaran de todo el país a raíz de una ofensiva lanzada en 2014.
Con el apoyo de la coalición, las fuerzas gubernamentales retomaron desde mediados de julio cinco provincias del sur y están concentrando tropas en la provincia de Marib para intentar reconquistar Saná, más al oeste.