La eliminación de jefes militares palestinos, un riesgo asumido por Israel

AFP (Agencia France-Presse)

JERUSALÉN. - La eliminación de jefes de grupos armados palestinos para desbaratar atentados no consigue siempre su objetivo y genera inevitablemente una nueva espiral de violencia, aunque ese es un riesgo asumido por Israel, según los expertos.

El líder de los Comités de Resistencia Popular, Zuhair Al Qaisi
El líder de los Comités de Resistencia Popular, Zuhair Al Qaisi
Más de 20 palestinos murieron en la Franja de Gaza desde el bombardeo israelí que causó el viernes la muerte de Zuheir al Qaisi, jefe de los Comités de Resistencia popular (CRP), un grupo radical acusado por Israel de preparar un atentado que "debía producirse a través del Sinaí".
Como represalia, unos 200 proyectiles fueron lanzados desde Gaza hacia Israel, la mayoría por el movimiento radical Yihad islámica y por los CRP, de los que 50 fueron interceptados por el sistema antimisiles Iron Dome desplegado en el sur del país.
Según el comentarista militar del diario israelí Yediot Aharonot, Alex Fishman, esta espiral de violencia acabará, como las precedentes, con el restablecimiento de la tregua tácita entre los combatientes de Gaza y de Israel.
"Israel no aceptará detener las eliminaciones selectivas y la Yihad islámica no aceptará renunciar a lanzar sus cohetes ni a sus actividades terroristas. El acuerdo suspenderá simplemente el cese al fuego hasta el próximo 'round'", escribía este lunes.
Los expertos subrayan que esta nueva explosión de violencia no sólo era esperada, sino incluso anticipada.
Las organizaciones paramilitares palestinas "se creen obligadas a replicar para preservar su imagen ante la opinión palestina, y por ello cada vez que hay un asesinato, asistimos a una salva de cohetes contra Israel", explicó a la AFP Abu Saada, profesor de Ciencia política en la Universidad Al Azhar de Gaza.
Según Alex Fishman, "el ejército israelí había desplegado de forma anticipada las tres baterías de Iron Dome, y llenado el cielo de la Franja de Gaza con una armada de aviones".
Un editorialista del diario Maariv, Ofer Shelah, considera que la eficacia de las baterías Iron Dome, que superaron con éxito "la prueba de una lluvia de cohetes más intensa que en ocasiones precedentes", ha modificado la situación.
"La mejor protección que otorga Iron Dome le da a la dirección política israelí el sentimiento de que puede autorizar con más facilidad una operación (de eliminación) ya que el precio pagado por Israel será menor", aduce.
Sin embargo se interroga sobre la eficacia del ataque "preventivo" del viernes, y recuerda que el ministro de Defensa Ehud Barak reconoció que el atentado de los CRP podría aún producirse pese a la muerte de Zuheir al Qaisi.
Según los comentaristas, el gobierno Netanyahu "extrajo las lecciones" de los ataques que costaron la vida a ocho israelíes el 18 de agosto cerca de la frontera con Egipto, imputados a los CRP, que desmintieron sin embargo su autoría.
Entonces, el ejecutivo hebreo rechazó --con el objetivo de evitar una conflagración-- una recomendación del servicio de seguridad interior, el Shin Bet, de eliminar preventivamente a los presuntos organizadores del ataque.
Finalmente, el ejército israelí decapitó un día después a los CRP en un bombardeo que causó la muerte de su secretario general, Kamal al Nayrab, y la de un jefe de su rama armada.
Para Roni Shaked, las eliminaciones selectivas han perdido la eficacia que tenían durante la segunda Intifada (2000-2005) debido a la nueva estructura de los grupos en Gaza, "que hoy son semimilitares, con una jerarquía y una división en comandos".
"Al Qaisi es el cuarto jefe de los CRP liquidado en seis años" subraya, "y su sucesor, aunque su identidad no sean aún conocida, no va a decretar un 'tiempo muerto'" en las actividades del grupo.


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