El Mundo, Madrid, España
Decir que los Filmfare Awards son la versión india de los Oscars sería simplificar demasiado. Los premios anuales de la industria de Bollywood tienen una categoría reservada para el mejor villano, el mejor cantante de playback, los mejores diálogos, la mejor escena del año y hasta se entrega un galardón que reconoce al más poderoso del cine indio ya sea actor, productor o crítico-. ¿Quién da más?
Miguel Ángel Gayo Macías | Nueva Delhi.-
Anoche se celebró la 55 edición de estos premios en los que se tiene en cuenta no sólo la opinión de los miembros de la academia, sino también los votos enviados por correo de los espectadores de a pie. La mayor industria de cine del planeta en número de películas celebró su gran fiesta por todo lo alto y no faltó de nada: saris, glamour, polémica, imitaciones de Michael Jackson y, por supuesto, una alfombra roja por la que desfilaron prácticamente todas las estrellas de la constelación Bollywood.
Todas, menos la familia Bachchan, que decidió no asistir a la ceremonia para boicotear al grupo editorial que organiza los Filmfare. Hace pocos días, un periódico de ese grupo publicó un artículo que especulaba con la salud de la actriz y ex-Miss Mundo Aishwarya Rai Bachchan. Aishwarya, que reinara en la corte bollywoodiense hasta que se casó con Bachchan Junior, lleva casi tres años de matrimonio y aún no se ha quedado embarazada, y para los tabloides indios eso sólo puede ser debido a alguna enfermedad.
A pesar del boicot de los Bachchan, el patriarca de la familia y 'gran jefe' de Bollywood, Amitabh Bachchan, obtuvo el galardón a la mejor actuación de 2009 por su film 'Paa', en el que encarna a un niño aquejado de una enfermedad que le hace envejecer aceleradamente. El premio a la mejor película fue a parar a 'Tres idiotas', una comedia con trasfondo existencialista que ha batido récords de taquilla y que se ha embolsado seis premios.
A diferencia de otras ceremonias similares, que dirigen todos los focos y casi toda la atención a las celebridades, en los Filmfare se reservan unos minutos de gloria para los técnicos más humildes. Muchos de ellos se suben a un escenario por primera vez en su vida y disfrutan, aunque sólo sea por un instante, de los aplausos que normalmente acaparan las estrellas.
"Lo de los Oscars está muy bien, es muy elegante y tiene mucha clase. Pero en los Filmfare no importa tanto quién se lleva los premios, porque la vida comercial de una película de Bollywood es muy corta, y no se ve afectada por estas cosas. Así que se trata de pura diversión, algo así como una gran fiesta entre amigos. Amigos guapos, ricos famosos y muy orgullosos de ser indios", asegura la periodista Amrita Sharma.
Las limusinas más horteras del subcontinente hicieron cola frente a las puertas de los estudios Yash Raj de Bombay, que albergaban la ceremonia. Los 700 asistentes -500 de ellos actores-, habían recibido el día anterior al evento una invitación personal e intransferible con su nombre grabado en oro y la indicación: "Se ruega vistan de manera adecuada". Lo adecuado, por lo visto, era lo espectacular. Era la gran noche de Bollywood.