La "histórica" presidencial en Túnez se encamina a segunda vuelta

AFP (Agencia France-Presse)

Túnez. - Túnez parece dirigirse a una segunda vuelta en la histórica elección presidencial de este domingo entre el presidente saliente, Monsef Marsuki, y el líder del partido Nidá Tunis, Beji Caid Assebsi, de 87 años, quien encabeza los sondeos publicados a pesar de la prohibición vigente.

"Beji Caid Assebsi, según las primeras estimaciones, es el primero (...) con una ventaja importante", declaró a la prensa su director de campaña, Mohsen Marsuk, para quien su candidato no está lejos del 50%. "Es probable que haya una segunda vuelta", añadió.

Por su parte, el equipo del presidente saliente aseguraba que ambos candidatos estaban empatados en la primera vuelta de estos comicios presidenciales, celebrados casi cuatro años después de la revolución, que expulsó del poder al entonces presidente Sin al Abidin Ben Alí.

"En el peor de los casos, vamos a la par y en el mejor, contamos con entre 2 y 4 puntos de ventaja", declaró el director de campaña de Marsuki, Adnène Manser. "Disputaremos la segunda vuelta con muchas posibilidades", añadió.

Manser rechazó los resultados de los sondeos a boca de urna, que colocan al líder de Nidá Tunis en cabeza (42,7%-47,8%, según los institutos) por delante de Marsuki (26,9 a 32,6%). Los medios tunecinos, entre ellos la televisión estatal, difundieron estos sondeos, pese a estar prohibida su publicación.

La comisión electoral tiene plazo hasta el 26 de noviembre para anunciar los resultados. Si ninguno de los 27 candidatos obtiene la mayoría absoluta, la segunda vuelta se celebrará a finales de diciembre.

Asimismo, el equipo de Marsuki dijo temer "fraudes" a favor de Assebsi e instó a los observadores electorales a extremar la vigilancia y a no perder de vista las urnas durante el recuento.

La Unión Europea (UE) alabó rápidamente el desarrollo de la elección presidencial e invitó a los electores a "continuar el proceso electoral con transparencia y respeto".

 

- Aversión entre Marsuki y Assebsi -

 

Los dos principales candidatos nunca escondieron su aversión mutua. Marsuki se esforzó en presentarse como el candidato natural de la revolución de 2011, que terminó con la presidencia de Ben Alí, frente a Caid Assebsi, un político veterano que fue ministro durante el régimen autoritario de Habib Burguiba y presidió brevemente el parlamento con Ben Alí.

Por su parte, el jefe de Nidá Tunis reprocha a Marsuki su alianza con los islamistas de Annahda, que le condujo a la presidencia tunecina en 2011.

Las autoridades insistieron en el carácter histórico de estos primeros comicios presidenciales libres de la historia de Túnez.

Desde su independencia en 1956 hasta la revolución de 2011, el país sólo ha tenido dos presidentes. El primero fue Burguiba, derrocado el 7 de noviembre de 1987 por un golpe de Estado de su primer ministro, Ben Alí, quien por su parte huyó a Arabia Saudita en enero de 2011.

"Es una jornada histórica, las primeras elecciones presidenciales en Túnez con normas democráticas avanzadas. Si Dios quiere, será una gran fiesta electoral", dijo el primer ministro tunecino, Mehdi Jomaa, un independiente encargado a principios de año de sacar al país de una profunda crisis política y organizar un calendario electoral.

Durante la votación, no se registró ningún incidente de importancia. Para impedirlo, se desplegaron decenas de miles de policías y militares.

La tasa de participación alcanzaba, por su parte, el 53,73% hacia las 16H30 (15H30 GMT), una hora y media antes de cerrar los colegios electorales a las 17H00 GMT.

Unos 5,3 millones de electores estaban llamados a votar tras las legislativas de octubre, cuyo carácter democrático reconoció la comunidad internacional, una excepción en una región en la que la mayoría de los países que vivieron la Primavera Árabe se han sumido en el caos o la represión.

Aunque la nueva Constitución sólo otorga prerrogativas limitadas al presidente, su elección por sufragio universal le da un importante peso político. Además, dispone de un derecho de disolución si los políticos no logran formar una mayoría.

Beji Caid Assebsi espera que una victoria le permita formar más fácilmente una mayoría gubernamental, ya que, pese a la victoria de su partido en las legislativas, no puede gobernar en solitario.



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