La intimidad de los escritores capturada por el lente de Gisèle Freund

AFP (Agencia France-Presse)

PARIS. - Escritores como la argentina Victoria Ocampo, el británico James Joyce y los franceses André Malraux, Paul Valéry y Colette son revelados bajo una nueva luz en una exposición de fotos de Gisèle Freund, que se centra en sus años en París entre las dos guerras mundiales.

Simone de Beauvoir, fotografiada por Gisèle Freund.
Simone de Beauvoir, fotografiada por Gisèle Freund.
Freund (1908-2000), siendo sólo una joven estudiante de sociología exiliada en París, logró convencer a decenas de grandes novelistas y poetas que se dejaran fotografiar en la intimidad, revela la exposición en la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, que abre el viernes, hasta fines de enero.
Nacida en Berlín, en el seno de una acomodada familia judía alemana, Freund descubrió esta pasión por capturar con su lente a a escritores al llegar a París en 1933, huyendo de la Alemania nazi, explicó a la AFP una de las comisarias de la muestra, Catherine Thieck.
"Ella tenía mucho valor, se acercaba a ellos sólo con su pequeña cámara y su sensibilidad, y lograba capturar sus gestos, su personalidad íntima", agregó la comisaria de la exhibición titulada "Gisèle Freund, el ojo frontera, Paris 1933-1940".
La muestra recrea las dos legendarias librerías parisinas -la Maison des Amis du Livre, de Adrienne Monnier, y la Shakespeare and Company, de Sylvia Beach- donde Freund conoció a Joyce, Samuel Beckett, Jean Cocteau, Colette, Paul Eluard, André Gide, Stephan Zweig, entre otros grandes nombres de la literatura universal.
Armada con su primera cámara de fotos, una Leica, regalo de su padre, Freund -una de las más grandes fotógrafas del siglo XX, y la primera que utilizó el color en su trabajo- se ganó la confianza de los escritores, muy poco habituados a dejarse retratar.
En un filme que acompaña la exhibición, la artista, que murió a los 91 años, dejando una obra notable, testimonio de su tiempo, cuenta que ella, que adoraba la literatura, se acercaba a los escritores a través de su obra.
"Yo los hacía hablar de sus libros. Claro que yo conocía su obra, había leído sus libros, pero no les decía eso, sino que los hacía hablar. Era lo que me interesaba de ellos", dice Freund, que fue la primera mujer que entró a la gran agencia de fotos Magnum, para quien realizó varios reportajes en América Latina.
El primer retrato en la muestra, y uno de los más célebres de los cientos realizados por Freund, es el de André Malraux, a quien fotografió en 1936, después que publicara "La Condición humana".
También fotografió a su compatriota, Walter Benjamin, a quien conoció en la Biblioteca Nacional, a quien retrata pensativo, con la pluma en la mano.
Su lente captó también a una melancólica Virginia Woolf, a Louis Aragon, de perfil, a T.S. Eliot, en una sesión de lectura en la librería Shakespeare and Company, a André Gide, a Romain Rolland y Jean Paul Sartre, entre muchos otros.
Freund debió luego huir de París, en marzo de 1940, y se refugió en Argentina, en casa de Victoria Ocampo, y luego viajó por Sudámerica y por México, donde hizo algunos de los mejores retratos que existen de Frida Kahlo.
"Freund era una superviviente, tomó de la vida todo lo que esta le ofrecía. Y nos dejó un documento artístico y literario maravilloso", concluyó Thieck.
 


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