Barcelona. (EFE).- La titular del Juzgado de primera instancia número 2 de Barcelona ha requerido a Ferran Adrià y a Juli Soler, propietarios de El Bulli, para que exhiban la contabilidad del restaurante entre los años 2003 y 2005, en la demanda que han presentado contra ellos los hijos de un antiguo socio.
Según informa el abogado de los hijos de Miquel Horta, los representantes legales de Ferran Adrià y Juli Soler deberán presentar la documentación desde el ejercicio 2003 hasta el 14 de junio del 2005 del mundialmente conocido restaurante El Bulli en una comparecencia que el juez ha fijado para el día 23 de enero del próximo 2009.
Los hermanos Jofre y Sergi Horta Antoniou presentaron en abril pasado una demanda contra Adrià y Soler al considerar que éstos engañaron a su padre, Miquel Horta Almaraz, cuando le compraron su parte del restaurante el año 2005.
Ambos hermanos valoran que su padre recibió un "precio irrisorio" por las acciones que poseía en el restaurante de Roses (Girona) y que adquirió en 1994.
Una vez que se consiga analizar esta documentación, los hermanos no descartan continuar las acciones legales para obtener un precio más adecuado que el que recibió su padre hace tres años.
De hecho, en el auto se indica que los demandantes se proponen ejercitar una "acción de nulidad de la compraventa" del año 2005 por que en aquel entonces Horta Almaraz no tenía capacidad legal al padecer un trastorno psiquiátrico y también porque "fue engañado sobre el verdadero valor de las acciones". Además, pretenden reclamar una indemnización de daños y perjuicios ocasionados por el "enriquecimiento injusto y abuso de derechos de los demandados" Adrià y Soler.
En su comunicado, los dos hermanos argumentaron en abril que su padre "fue engañado por los demandados, ocultándole al mismo beneficios y actividades paralelas a través de sociedades interpuestas de restauración durante el tiempo en el que Dalga, S.L." fue socia de El Bulli.
Dalga es la sociedad a través de la cual Miquel Horta, un conocido mecenas del mundo de las letras en Cataluña, devino socio del restaurante y actualmente es administrada por los hijos de este empresario, antiguo propietario de la marca Nenuco.
En el auto, la jueza considera que a la vista de lo expuesto "es claro que las diligencias preliminares solicitadas son adecuadas a la finalidad que el solicitante persigue, concurriendo justa causa e interés legítimo".
No obstante, indica que es "difícil" acreditar la incapacidad para contratar de quien otorga la venta de participaciones ante un notario, así como "la existencia de una ocultación dolosa" respecto de una contabilidad aprobada por todos y cada uno e los socios año tras año.
Añade que estas cuestiones "habrán de ser resueltas en su caso en el oportuno proceso declarativo y tras la necesaria prueba".