La justicia francesa frena la prohibición del burkini
AFP (Agencia France-Presse)
París, Francia. - La justicia francesa frenó este viernes la prohibición del uso del burkini en las playas, considerando que esta medida tomada por un alcalde y replicada en varias localidades del país constituía un "atentado grave contra las libertades", en ausencia de "riesgo evidente" para el orden público.
"En ausencia de riesgo, la emoción y los temores provocados por los atentados terroristas (...) no bastan para justificar legalmente la prohibición" del burkini decidida en Villeneuve-Loubet (sureste), la primera localidad en la que se implantó la medida, subrayó el Consejo de Estado.
"La ordenanza en litigio constituye un atentado grave y manifiestamente ilegal contra las libertades fundamentales que son la libertad de movimiento, la libertad de conciencia y la libertad personal", añadió el Consejo en su fallo.
La decisión de último recurso de la más alta instancia administrativa francesa, celebrada por los representantes del culto musulmán y organizaciones proderechos, será vinculante para toda Francia, donde una treintena de localidades imitaron la prohibición de Villeneuve-Louvet.
Sin embargo, no ha servido para cerrar la polémica: la derecha y la extrema derecha han anunciado su intención de votar una ley que prohíba el burkini.
Asimismo, el alcalde socialista de Sisco, en Córcega, ha mantenido la ordenanza contra el burkini emitida tras una pelea entre personas del pueblo contrarios a la prenda y familias musulmanas favorables.
El Consejo de Estado recordó a todos los alcaldes que han invocado el principio de laicismo que para prohibir el acceso a las playas no pueden fundarse en "otras consideraciones" distintas al orden público, "la accesibilidad a la zona de baño, la seguridad del baño, la higiene y la decencia".
Esta decisión "de sentido común permitirá calmar la situación, que estaba marcada por una tensión muy fuerte entre nuestros compatriotas musulmanes, especialmente las mujeres", reaccionó, interrogado por la AFP, el secretario general del Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM), Abdallah Zekri.
La suspensión "creará jurisprudencia", celebró Patrice Spinosi, abogado de la Liga de Derechos Humanos, organización que pidió al Consejo que se pronunciara sobre la cuestión.
Unas fotografías publicadas el martes por el New York Times en las que se veía a cuatro policías increpando a una mujer con velo en una playa de Niza causaron conmoción. La prensa alemana mencionó una "guerra de religión" y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, consideró que "nadie debería dictar a las mujeres lo que deben llevar".
Las ordenanzas sobre el burkini son una "prohibición discriminatoria que se funda y que nutre los prejuicios y la intolerancia", consideraba el director del programa Europa de Amnistía Internacional, John Dalhuisen.
En Francia, país que cuenta con la comunidad musulmana más importante de Europa, son regulares las controversias sobre el lugar que debe ocupar el islam en la sociedad. A diez meses de la elección presidencial, la clase política francesa ha entrado de lleno en el enésimo debate sobre el tema.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy, candidato a las elecciones primarias de la derecha, calificó el burkini de "provocación" y propuso prohibir también los signos religiosos en las empresas, administración y universidades, y el partido de extrema derecha Frente Nacional pedía directamente que la prohibición del velo se extendiera a todo el espacio público.
La cuestión ha sido fuente de discrepancias también dentro del gobierno gocialista. Mientras que el primer ministro, Manuel Valls, apoyó las prohibiciones, la ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem declaró que "la proliferación" de ordenanzas contra el burkini no era "bienvenida" y aseguró que se trata de un "deriva política" que "libera el discurso racista".
Asimismo, la ministra de Salud, Marisol Touraine, dijo que teme una "estigmatización peligrosa para la cohesión del país".
El jueves, el presidente François Hollande instó a no ceder a la "provocación" ni a la "estigmatización".
Por su parte, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, llamó este viernes a la "calma" en favor de la "convivencia".
"La ordenanza en litigio constituye un atentado grave y manifiestamente ilegal contra las libertades fundamentales que son la libertad de movimiento, la libertad de conciencia y la libertad personal", añadió el Consejo en su fallo.
La decisión de último recurso de la más alta instancia administrativa francesa, celebrada por los representantes del culto musulmán y organizaciones proderechos, será vinculante para toda Francia, donde una treintena de localidades imitaron la prohibición de Villeneuve-Louvet.
Sin embargo, no ha servido para cerrar la polémica: la derecha y la extrema derecha han anunciado su intención de votar una ley que prohíba el burkini.
Asimismo, el alcalde socialista de Sisco, en Córcega, ha mantenido la ordenanza contra el burkini emitida tras una pelea entre personas del pueblo contrarios a la prenda y familias musulmanas favorables.
El Consejo de Estado recordó a todos los alcaldes que han invocado el principio de laicismo que para prohibir el acceso a las playas no pueden fundarse en "otras consideraciones" distintas al orden público, "la accesibilidad a la zona de baño, la seguridad del baño, la higiene y la decencia".
Esta decisión "de sentido común permitirá calmar la situación, que estaba marcada por una tensión muy fuerte entre nuestros compatriotas musulmanes, especialmente las mujeres", reaccionó, interrogado por la AFP, el secretario general del Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM), Abdallah Zekri.
La suspensión "creará jurisprudencia", celebró Patrice Spinosi, abogado de la Liga de Derechos Humanos, organización que pidió al Consejo que se pronunciara sobre la cuestión.
- 'Calma'-
Unas fotografías publicadas el martes por el New York Times en las que se veía a cuatro policías increpando a una mujer con velo en una playa de Niza causaron conmoción. La prensa alemana mencionó una "guerra de religión" y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, consideró que "nadie debería dictar a las mujeres lo que deben llevar".
Las ordenanzas sobre el burkini son una "prohibición discriminatoria que se funda y que nutre los prejuicios y la intolerancia", consideraba el director del programa Europa de Amnistía Internacional, John Dalhuisen.
En Francia, país que cuenta con la comunidad musulmana más importante de Europa, son regulares las controversias sobre el lugar que debe ocupar el islam en la sociedad. A diez meses de la elección presidencial, la clase política francesa ha entrado de lleno en el enésimo debate sobre el tema.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy, candidato a las elecciones primarias de la derecha, calificó el burkini de "provocación" y propuso prohibir también los signos religiosos en las empresas, administración y universidades, y el partido de extrema derecha Frente Nacional pedía directamente que la prohibición del velo se extendiera a todo el espacio público.
La cuestión ha sido fuente de discrepancias también dentro del gobierno gocialista. Mientras que el primer ministro, Manuel Valls, apoyó las prohibiciones, la ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem declaró que "la proliferación" de ordenanzas contra el burkini no era "bienvenida" y aseguró que se trata de un "deriva política" que "libera el discurso racista".
Asimismo, la ministra de Salud, Marisol Touraine, dijo que teme una "estigmatización peligrosa para la cohesión del país".
El jueves, el presidente François Hollande instó a no ceder a la "provocación" ni a la "estigmatización".
Por su parte, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, llamó este viernes a la "calma" en favor de la "convivencia".