"La literatura está hecha de la misma sustancia que el deseo", dice Andahazi
AFP (Agencia France-Presse)
LIMA. - "La literatura esta hecha de la misma sustancia que el deseo", afirmó en Lima el novelista argentino Federico Andahazi, famoso por tener la sexualidad y la indagación sobre el disfrute y el goce como una constante de su obra.
Federico Andahazi
"La literatura esta hecha de la misma sustancia que el deseo, ya que detrás de cada obra artística hay un impulso sexual original", indicó.
La sexualidad se mantiene en las novelas porque "sigue siendo aquello que más perturba al ser humano" dijo el escritor de "Argentina con Pecado Concebida, historia sexual de los argentinos" un trabajo de tres volumenes, que va desde la epoca precolombina a la actualidad.
Andahazi asegura que en su nueva obra se propuso investigar nuevamente el centro de la sexualidad y dar respuestas a su primera novela, "El Anatomista", que provocó un clamor de censura en sectores conservadores en varios países.
Recordó que por aquel libro viajó a Turquía para dictar unas conferencias, pero tuvo que abandonar el país antes de lo previsto por amenazas.
"Está tan condenado el placer femenino, que inclusive hay lugares en el mundo donde se practica la cliterotomía -la ablación del clítoris-, y que llegara un libro a hacer una apología de ese órgano del placer femenino no fue muy bien recibido por los grupos musulmanes más extremos", recordó.
Sexo, Edad Media y crimen
En "El libro de los placeres prohibidos" Andahazi vuelve sobre los elementos cotidianos en sus obras, como la Edad Media, la sexualidad, lo sacro y los asesinatos, entre otros aspectos de la trama que involucran al lector.
Un asesino en serie de prostitutas y el juicio por herejía a Johannes Gutenberg, el "padre de la imprenta", convergen en el siglo XV en este apasionante thriller.
"Decimos que Gutenberg inventó la imprenta y los tipos móviles. No es tan cierto, la verdad es que inventó una máquina para falsificar manuscritos, era un estafador", señaló el escritor argentino de 50 años, autor también de "Pecar como Dios manda" y "El libro de las tentaciones", entre otros títulos.
La Iglesia católica entra en pánico frente al conocimiento de esta máquina para fabricar y masificar libros, ya que la Biblia podía quedar en manos de mayor cantidad de gente, señaló el autor. "Sólo la Iglesia estaba autorizada a interpretar la Biblia. Los libros sacros estaban prohibidos para ser leídos por el pueblo", dijo.
Pero la gran preocupación para la Iglesia en ese momento es el llamado "Libro de los placeres prohibidos", una obra que narraba los máximos goces y sobre cuya existencia se había construido un mito.
"No sabían si ese libro existía, y ése era el tema porque se creía que quienes lo tenían lo guardaban bajo siete llaves porque conducía a la esencia del placer en estado puro".
La FIL, que tiene este año a Puerto Rico como país invitado, se desarrolla hasta el 4 de agosto y presenta un variado programa de disertaciones y más de 100.000 títulos de la más reciente producción peruana y mundial.