AFP (Agencia France-Presse)
KIEV. - La oposición ucraniana siguió desafiando este miércoles al gobierno y se negó a votar una ley de amnistía aprobada en el parlamento por el partido del presidente Viktor Yanukovich, rechazando todas las ofertas hechas hasta ahora.
La ley pone como condición que se evacúen los edificios ocupados en Kiev antes de liberar a los detenidos en las manifestaciones de las últimas semanas.
El líder del partido nacionalista Svoboda ('Libertad'), Oleg Tyagnybok, condenó la ley y asimiló los opositores encarcelados a "rehenes" porque no serán liberados hasta que se desocupen los edificios.
"Con esta ley las autoridades han admitido que toman rehenes, como si fueran terroristas, y así pueden negociar con ellos", dijo Tyagnybok citado por la agencia ucraniana Interfax.
Tras varias horas de negociaciones, el texto fue aprobado con el apoyo el Partido de las Regiones de Yanukovich, mayoritario en la cámara, por 232 votos a favor, 11 en contra y 173 abstenciones de los partidos de oposición.
La abstención de la oposición dificulta la salida de la crisis a pesar de las concesiones del presidente, que el martes aceptó la dimisión del primer ministro Mykola Azarov y del resto de su gabinete.
Desde mediados de enero, decenas de manifestantes han sido arrestados, tanto en Kiev, donde los opositores mantienen ocupados varios edificios públicos, como que en otras regiones del país.
El movimiento de protesta nació a finales de noviembre tras la decisión repentina de Yanukovich de renunciar a firmar un acuerdo de asociación con la UE negociado durante meses a cambio de un acercamiento a Rusia, que le concedió un crédito de 15.000 millones de dólares y una reducción del precio del gas.
La situación del país preocupa cada vez más a los países occidentales y a la Unión Europea, cuya representante diplomática viajó este miércoles a Ucrania.
"La violencia y las intimidaciones, vengan de donde vengan, tienen que cesar", dijo Ashton tras entrevistarse con el presidente ucraniano Viktor Yanukovich en Kiev.
Por su parte el presidente ruso Vladimir Putin anunció que "esperará la formación del nuevo gobierno ucraniano" para decidir si cumple con el acuerdo de ayuda de 15.000 millones de dólares pactado con el país.
La presidencia rusa reiteró este miércoles que cualquier "injerencia" en la cuestión ucraniana es "inadmisible".
"Al borde de una guerra civil"
Leonid Kravchuk, primer presidente del país tras su independencia en 1991, advirtió en el parlamento que Ucrania está "al borde de una guerra civil" e invitó a los diputados a adoptar "un plan de solución del conflicto".
El martes el poder hizo otra concesión y derogó las leyes que reprimían prácticamente cualquier forma de manifestación y habían conducido a la radicalización de la protesta.
La semana pasada los enfrentamientos entre policía y manifestantes dejaron al menos tres muertos en la capital.
La dimisión del gobierno es "una primera etapa", pero "no es suficiente", dijo en un mensaje transmitido desde su celda la opositora encarcelada y ex primera ministra Yulia Timochenko.
La calma reinaba el miércoles en el centro de Kiev, donde sólo unos cuantos activistas de la oposición, con cascos y armados con palos, "patrullaban" por la plaza de la Independencia.
Pero a pesar de temperaturas inferiores a -10 grados bajo cero, los manifestantes seguían movilizados porque para algunos la única verdadera victoria sería la salida de Yanukovich.
Militantes del grupo Spilna Sprava (Causa Común), una de las principales formaciones del movimiento de protesta, expulsaron este miércoles a otro grupo de manifestantes más radicales del ministerio de Agricultura que ocupaban desde hace días, según un fotógrafo de la AFP.
Fuera de la capital, las sedes de la administración de casi la mitad de las regiones seguían ocupadas por los manifestantes, aunque la situación también parecía tranquila.
La oposición también rechazó la semana pasada la oferta de Yanukovich de ceder las riendas del gobierno a uno de los líderes del movimiento de protesta, Arseni Yatseniuk.
"La dimisión de Yanukovich sería una medida lógica", declaró por su parte otro de los líderes opositores, el exboxeador Vitali Klitschko, que propuso solucionar los problemas "uno por uno".