La revista satírica Private Eye celebra 50 años de éxito e impertinencia

AFP (Agencia France-Presse)

LONDRES. - Irreverente con la clase política, a menudo hilarante, a veces polémica, la revista quincenal satírica británica Private Eye celebra este octubre su 50 aniversario, medio siglo de impertinencia y de periodismo de investigación que hicieron su éxito.

Una portada de Private Eye.
Una portada de Private Eye.
En todo este tiempo, la publicación se negó a ceder a las modas: sigue publicándose en un papel de muy mala calidad y su página de internet no incluye más que una pequeña selección de artículos.
"Creo que si fuera impresa en papel satinado y tuviera una compaginación moderna, los lectores la odiarían" estimó Adam Macqueen, periodista de la revista y autor del libro "Private Eye: los 50 primeros años".
"No parecería auténtico. Es importante que tenga este aspecto ligeramente arrugado, un poco aficionado", explicó a la AFP en la sede de la revista, una especie de laberinto de minúsculos despachos en una casa destartalada casa del centro de Londres.
La revista es fruto de cuatro hombres que fueron al mismo instituto y trabajaron para el mismo periódico escolar. El 25 de octubre de 1961, lanzaron Private Eye, convertido hoy en toda una institución.
Sus principales características: una portada con fotos de políticos, miembros de la familia real, animales u objetos a los que el bimensual hace hablar mediante bocadillos de tira cómica.
"¿Cómo? ¿Tengo que llevar burka?", se indigna el sofá en forma de sirena de la residencia de la hija del ex líder libio Muamar Gadafi, Aisha, en la portada del número de principios de septiembre.
El diario dirigido hoy por Ian Hislop también inventó algunos eufemismos que hoy forman parte del lenguaje común, como "cansado y emotivo" para borracho o "cigarro exótico" para porro.
En 50 años de sátiras, Private Eye provocó polémicas. La más violenta es seguramente la que desató un número que se burlaba de la oleada de histeria y devoción tras la muerte de la princesa Diana en 1997.
Ante el escándalo, una cadena de distribuidores de prensa retiró de la venta el polémica número de Private Eye.
Pero en esta época de crisis para la prensa escrita, las ventas de la revista se mantienen desde hace tres años en torno a los 205.000 ejemplares.
"Los malos momentos para el país son buenos para Private Eye", afirma Adam MacQueen, que incluye en esta categoría "crisis financieras, gobiernos de coalición, guerras impopulares, escándalos de gastos de diputados, disturbios y escuchas telefónicas".
El escándalo en el grupo de medios de comunicación de Rupert Murdoch es un maná para Private Eye, que ataca regularmente al magnate a quien apoda "hurgador de basura".
"Te pillamos", tituló la revista este verano (boreal), retomando una célebre portada del Sun. En mayo de 1982, este diario sensacionalista propiedad de Murdoch acogió de este modo el hundimiento del buque argentino "General Belgrano" por un submarino nuclear británico durante la guerra de las Malvinas.
Private Eye tiene seguramente un buen futuro por delante, predice Adam Macqueen. Si el gobierno "se volviera de repente absolutamente transparente, al igual que los medios de comunicación y todo lo que hay en medio, probablemente no habría mucho lugar para la revista, pero no creo que eso ocurra en un futuro próximo".
 


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