Las autoridades camboyanas ponen fin a las manifestaciones de la oposición

AFP (Agencia France-Presse)

PHNOM PENH. - Las autoridades camboyanas dispersaron y prohibieron el sábado hasta nueva orden las manifestaciones de la oposición, un día después de reprimir una protesta de obreros textiles que se saldó con la muerte de tres personas.

Policías antidisturbios, equipados con escudos y porras, entraron este sábado en un parque de Phnom Penh, lo que provocó la huida de los militantes del opositor Partido del Rescate de Camboya, concentrados desde diciembre para reclamar nuevas elecciones, constató un fotógrafo de la AFP.

Esta intervención, al parecer sin enfrentamientos, se produjo el día después de la represión de una manifestación de obreros textiles que reclamaban un aumento salarial. Tres personas murieron por disparos de las fuerzas del orden.

En un contexto de alianza entre los obreros del textil y los partidarios de la oposición, el ayuntamiento de Phnom Penh decidió no autorizar ninguna manifestación más del partido opositor en el parque de la Democracia o en las calles "a partir del 4 de enero y hasta que la situación de orden público vuelva a la normalidad", declaró el gobernador de la capital, Pa Socheatvong.

El portavoz de la policía militar, Kheng Tito, reiteró esta prohibición de manifestarse en el parque e indicó que la policía no utilizó la fuerza en el desalojo del sábado.

La oposición, sin embargo, señaló que abandonó el parque para evitar enfrentamientos. El desalojo "es un acto de una dictadura comunista", dijo el portavoz del Partido del Rescate de Camboya, Yim Sovann.

El partido opositor, que había previsto a partir del domingo tres días de manifestaciones, instó en un comunicado a sus partidarios a mantener la "calma", mientras el partido busca una "nueva estrategia".

Críticas internacionales

La oposición reclama la dimisión del primer ministro Hun Sen, en el poder desde hace treinta años, y nuevas elecciones, al considerar las celebradas en julio de 2013 como un fraude masivo y un "golpe de Estado constitucional".

El líder del Partido del Rescate, Sam Rainsy, quien volvió del exilio antes de los comicios en los que no pudo participar, indicó el viernes que la represión de los trabajadores del textil también apuntaba a la oposición.

Estados Unidos y Naciones Unidas denunciaron la represión y reclamaron una investigación. Los enfrentamientos provocaron la indignación de los defensores de derechos humanos, quien hablaron por su parte de cuatro muertos el viernes.

La Liga Camboyana de Derechos Humanos (Licadho) hablaba de la "violencia más grave contra civiles en los últimos 15 años en Camboya".

En noviembre, una mujer murió por disparos durante una manifestación de obreros del textil, dos meses después de que otra persona falleciera y varias resultaran heridas durante una marcha de la oposición.

Camboya, a pesar de su rápido crecimiento, es uno de los países más pobres del mundo. El descontento de la población aumenta ante el acaparamiento de riquezas, en especial de tierras, por personas próximas al poder.



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