Cientos de rebeldes, mayoritariamente originarios de Misrata, la ciudad vecina y rival histórica, disparaban al aire en el centro de la localidad para celebrar la toma de Bani Walid, situada a 185 km al sudeste de Trípoli, informó el periodista.
Los rebeldes plantaron la bandera libia en todos los edificios públicos ahora abandonados, según la misma fuente.
Varios jefes de grupos armados afirmaron a la AFP que la ciudad estaba "casi liberada", aunque quedaban algunos reductos de resistencia en el sur.
Las calles de Bani Walid quedaron desiertas por la huida de sus habitantes y los rebeldes patrullaban en cientos de vehículos equipados con armas pesadas, indicó el periodista.
La amenaza de un asalto pesaba desde hace varias semanas sobre Bani Walid tras la muerte de un exrebelde secuestrado y torturado en Misrata, que exacerbó las tensiones entre Misrata y Bani Walid, ciudades vecinas que eligieron campos opuestos durante el conflicto que derrocó y mató en 2011 al coronel Gadafi.
Los combatientes, en su mayoría procedentes de Misrata, desplegaron el miércoles un retrato gigante del difunto, Omran Ben Chaaban, de 22 años.
La toma de Bani Walid se produce un día después del primer aniversario de la proclamación de la "liberación" total del país tras ocho meses de conflicto.
Pese a esta proclamación, el 23 de octubre de 2011, los rebeldes acusaban la ciudad de seguir albergando a criminales y a personas leales al antiguo régimen buscadas por la justicia.