Las supercolisiones de partículas, estrellas de una conferencia en París
AFP, Agence France-Presse
PARIS, Annie Hautefeuille, (AFP) - El más potente acelerador de partículas del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), es la estrella de la 35ª Conferencia Internacional sobre Física de Altas Energías (ICHEP), que reúne en París, hasta el próximo miércoles, a un millar de físicos.
La conferencia de este año es muy importante, "ya que se expondrán los primeros resultados logrados con el LHC en el CERN en Ginebra", indica el comunicado del Palacio del Elíseo que anuncia que el presidente Nicolas Sarkozy hablará el lunes ante los especialistas en física de partículas.
"LHC ha comenzado hace muy poco: no se puede esperar un fuego artificial de resultados a nivel de premio Nobel, pero la calidad de datos es considerable", dijo Guy Wormser, presidente del comité local de organización de la ICHEP.
Aproximadamente un 20% de las exposiciones científicas previstas tendrán que ver con el LHC, con el que se logró, el 30 de marzo, las primeras colisiones de protones con la energía necesaria para que tenga carácter científico, en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) en Ginebra.
El "grado de preparación de los experimentos, las precisiones ya obtenidas" son "extraordinarias", dijo Wormser a la AFP, al hacer una primera evaluación de la conferencia inaugurada el jueves en el Palacio de Congresos de París.
En el marco de la comunidad de físicos, "se pensaba que se iba a tardar un año o dos para en llegar a ese nivel", subrayó.
El LHC sólo ha acumulado un "número de colisiones muy bajo" en comparación con su rival estadounidense, el Tevatrón del Fermilab, en Chicago, "pero está en un área de energía mucho más grande", "completamente inexplorada", afirmó Wormser, director del Laboratorio del Acelerador Lineal de Orsay.
En el LHC, los dos haces de protones, que viajan en direcciones opuestas y son acelerados a casi la velocidad de la luz, tienen una energía de colisión, de 7 teraelectronvoltios (1 TeV = un billón de electronvoltios), 3,5 veces más que lo que permite el Tevatrón.
Cada paquete contiene 100.000 millones de protones, pero eso es sólo un picogramo (una billonésima de gramo) de material en total, según Wormser.
"Actualmente, se realizan colisiones con 8 paquetes en cada haz", de aquí a fines de 2010 la meta es subir a casi "mil paquetes ", dijo el experto.
A partir de 2013, el LHC debería alcanzar su "máximo rendimiento", con una energía de 14 TeV, el doble que en la fase actual.
A la escala de nuestro mundo cotidiano, 7 TeV o 14 TeV es la energía cinética de 7 ó 14 mosquitos volando. Pero es enorme cuando se trata de protones. Durante el choque, la energía se concentra en un área un billón de veces más pequeña que un mosquito.
Por ahora, en el LHC, aún no ha llegado el tiempo de los descubrimientos. Frente a un nuevo instrumento "lo primero que hacemos es excluir las cosas que no vemos", matizó Wormser.
Progresar es en particular delimitar con más precisión, como acaba de hacerlo el LHC, la ventana de energía en la que podemos pretender detectar una partícula "exótica" como el "quark excitado".
Con seis quarks conocidos, una especie de piezas Lego, "se puede fabricar un montón de partículas (protones, neutrones, hadrones). Los "quarks excitados" serían "objetos de la nueva física", señaló Wormser.
Para confirmar algunas de las bases de la física actual, los físicos están a la caza del bosón de Higgs, que les daría masa a las otras partículas.
"No hay que esperar para el lunes el anuncio del descubrimiento del bosón de Higgs", dijo Wormser, pero los científicos de Fermilab podrían presentar datos que reducen "la ventana de posibilidades" para encontrarlo.
"LHC ha comenzado hace muy poco: no se puede esperar un fuego artificial de resultados a nivel de premio Nobel, pero la calidad de datos es considerable", dijo Guy Wormser, presidente del comité local de organización de la ICHEP.
Aproximadamente un 20% de las exposiciones científicas previstas tendrán que ver con el LHC, con el que se logró, el 30 de marzo, las primeras colisiones de protones con la energía necesaria para que tenga carácter científico, en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) en Ginebra.
El "grado de preparación de los experimentos, las precisiones ya obtenidas" son "extraordinarias", dijo Wormser a la AFP, al hacer una primera evaluación de la conferencia inaugurada el jueves en el Palacio de Congresos de París.
En el marco de la comunidad de físicos, "se pensaba que se iba a tardar un año o dos para en llegar a ese nivel", subrayó.
El LHC sólo ha acumulado un "número de colisiones muy bajo" en comparación con su rival estadounidense, el Tevatrón del Fermilab, en Chicago, "pero está en un área de energía mucho más grande", "completamente inexplorada", afirmó Wormser, director del Laboratorio del Acelerador Lineal de Orsay.
En el LHC, los dos haces de protones, que viajan en direcciones opuestas y son acelerados a casi la velocidad de la luz, tienen una energía de colisión, de 7 teraelectronvoltios (1 TeV = un billón de electronvoltios), 3,5 veces más que lo que permite el Tevatrón.
Cada paquete contiene 100.000 millones de protones, pero eso es sólo un picogramo (una billonésima de gramo) de material en total, según Wormser.
"Actualmente, se realizan colisiones con 8 paquetes en cada haz", de aquí a fines de 2010 la meta es subir a casi "mil paquetes ", dijo el experto.
A partir de 2013, el LHC debería alcanzar su "máximo rendimiento", con una energía de 14 TeV, el doble que en la fase actual.
A la escala de nuestro mundo cotidiano, 7 TeV o 14 TeV es la energía cinética de 7 ó 14 mosquitos volando. Pero es enorme cuando se trata de protones. Durante el choque, la energía se concentra en un área un billón de veces más pequeña que un mosquito.
Por ahora, en el LHC, aún no ha llegado el tiempo de los descubrimientos. Frente a un nuevo instrumento "lo primero que hacemos es excluir las cosas que no vemos", matizó Wormser.
Progresar es en particular delimitar con más precisión, como acaba de hacerlo el LHC, la ventana de energía en la que podemos pretender detectar una partícula "exótica" como el "quark excitado".
Con seis quarks conocidos, una especie de piezas Lego, "se puede fabricar un montón de partículas (protones, neutrones, hadrones). Los "quarks excitados" serían "objetos de la nueva física", señaló Wormser.
Para confirmar algunas de las bases de la física actual, los físicos están a la caza del bosón de Higgs, que les daría masa a las otras partículas.
"No hay que esperar para el lunes el anuncio del descubrimiento del bosón de Higgs", dijo Wormser, pero los científicos de Fermilab podrían presentar datos que reducen "la ventana de posibilidades" para encontrarlo.