Las termitas son combatientes inesperadas contra la desertificación

AFP (Agencia France-Presse)

Washington, Estados Unidos. - Aunque son molestas cuando se comen los muebles, las termitas tienen un papel importante contra la desertificación y facilitan que las zonas semiáridas sean más resistentes al cambio climático, según un estudio divulgado en la revista Science.

En las praderas, las sabanas o las zonas áridas de Sudamérica, África y Asia, los montículos que construyen las termitas almacenan nutrientes y humedad. Y, gracias a los numerosos túneles y cavidades que construye este voraz insecto, el agua puede penetrar mejor el suelo, según los autores de la investigación publicada el jueves.

Así, la vegetación prolifera tanto en los montículos de termitas como en sus suburbios, creando un ecosistema que de otro modo sería más vulnerable a la desertificación.

"La cantidad de lluvia que cae es la misma en todas partes, pero parece que las termitas permiten que el agua se distribuya mejor en el suelo (...) Las plantas crecen en sus proximidades como si fueran lugares más húmedos", reveló Corina Tarnita, profesora adjunta de ecología y biología de la Universidad de Princeton y una de las principales autoras del estudio.

A partir de estas observaciones, los científicos elaboraron un modelo informático que permite determinar el impacto de las termitas en diferentes ecosistemas.

Jef Huisman, profesor de microbiología acuática de la Universidad de Amsterdam, estima que esta investigación --en la cual no participó-- deja obsoletos los métodos de lucha contra la desertificación que se utilizan actualmente y que no toman en cuenta la complejidad de la naturaleza.

Los modelos climáticos deben tomar más en cuenta el impacto de organismos como las termitas y los mejillones, que "crean su propio medio ambiente", estimó Huisman.

Esta inesperada función de las termitas en las sabanas y praderas sugiere que las hormigas, los perritos de las praderas (un pariente de las marmotas), las ardillas y otros animales que cavan madrigueras también pueden tener un papel importante en la salud de los ecosistemas, destacó Robert Pringle, profesor adjunto de ecología en Princeton y coautor del estudio.



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