Laura Chinchilla es la nueva presidenta de Costa Rica
AFP, Agence France-Presse
La candidata oficialista Laura Chinchilla se convirtió en la primera mujer en alcanzar la presidencia de Costa Rica, tras vencer por amplia mayoría en los comicios de este domingo. "Este ciertamente es un momento de alegría, pero sobre todo de humildad (...). No traicionaré esa confianza, porque tengo claro que no me ha sido dada como un regalo", dijo esta polítologa de 50 años y experta en temas de Seguridad.
Laura Chinchilla
Chinchilla reconoció su triunfo después de que sus principales opositores, Ottón Solís y Otto Guevara, admitieran sus respectivas derrotas y la felicitaran como nueva presidenta.
Con el 83% de las juntas de votos escrutadas, Chinchilla obtenía el 46,77% de los votos, seguida por Solís (25,12%), Guevara (20,89%) y el socialcristiano Luis Fishman (3,86%), según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
En un discurso ante una multitud de seguidores congregados en un hotel de San José, adonde llegó acompañada por su esposo, el especialista en derecho penal español José María Rico y su hijo de 13 años José María, la candidata aseguró que los costarricenses que la votaron habían dado su aprobación a la gestión de Oscar Arias, que la apoyó para sucederlo.
Chinchilla admitió en una rueda de prensa que "no" esperaba "un referendo tan hermoso a favor de nuestra candidatura (...) Superó las expectativas", aseguró antes de de prometer un "diálogo permanente con los sectores sociales y políticos del país".
También tuvo palabras de agradecimiento para sus dos contrincantes en la campaña, a las mujeres que "continúan superando las barreras y haciendo más grande a Costa Rica", así como al fundador del Partido Liberación Nacional (PLN), José Figueres y fundador del estado moderno.
Chinchilla espera luchar contra el narcotráfico que va a librar en Centroamérica "la última batalla" y la inseguridad, y va a mejorar la educación pública, fortalecer la Caja Costarricense del Seguro Social, desarrollar una red nacional de cuidado para niños pequeños y adultos mayores o poner la sustentabilidad ambiental en el centro de la política pública.
Asimismo, dijo que tenía un mandato para convertir al país en carbono neutral y transformar a Costa Rica en el "primer país desarrollado de América Latina", entre otros cometidos, a partir del 8 de mayo, cuando asuma la presidencia.
Esta es la primera vez que Chinchilla, protegida de Arias, se presentaba a una elección presidencial.
En el gobierno de Arias fue vicepresidenta y ministra de Justicia, cargos de los que dimitió en octubre de 2008 para aspirar a la presidencia. Anteriormente había sido diputada y ministra de Seguridad.
En cambio, tanto Solís como Guevara habían aspirado a la presidencia otras dos veces en el pasado. El primero rozó la presidencia en 2006 al quedar a 1% del vencedor Oscar Arias.
La abstención llegó al 30,79 de los 2,8 millones de costarricenses que fueron convocados a elegir al sucesor de Arias al frente de la presidencia, a renovar el Parlamento y los gobiernos municipales.
Los costarricenses se lanzaron a las calles en la noche del domingo a festejar lo que Oscar Arias había denominado durante la jornada como una "fiesta multicolor".
Las arterias principales de la capital estaban atestadas de vehículos y de gente que salió a apoyar a sus respectivos candidatos y que a golpe de bocina más parecían celebrar el triunfo de la selección en un mundial de fútbol que una jornada electoral.
En una Centroamérica con países con altas tasas de crímenes y sacudida por un golpe de Estado en Honduras, y denuncias de fraude electoral en Nicaragua los comicios de Costa Rica han sido considerados como ejemplares por unos 200 observadores internacionales que los supervisan.
"Es un proceso electoral bastante sólido, con un comportamiento cívico ejemplar", declaró a la AFP la jefa de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), la colombiana María Emma Mejía.