Líbano vive pendiente del acta de acusación sobre el asesinato de Hariri
AFP (Agence France-Presse)
BEIRUT, Rita Daou, (AFP) - Líbano, con un gobierno paralizado, la ciudadanía preocupada y los proyectos en suspenso, vive al ritmo de noticias y rumores sobre la próxima publicación del acta de acusación del tribunal de la ONU que investiga el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri en 2005.
Rafiq Al Hariri
El Hezbolá chiita, el movimiento militar más poderoso del país, está convencido de que formará parte de los acusados. Según él, el TSL está "a sueldo de Israel" y se basó en "testigos falsos".
Se refieren a los testigos que acusaron a cuatro oficiales libaneses, del ejército y la policía, los cuales estuvieron encarcelados durante cuatro años, del 2005 al 2009, y finalmente fueron liberados por falta de pruebas en su contra.
El movimiento chiita advirtió contra cualquier intento de arrestar a sus miembros, haciendo temer un nuevo periodo de inestabilidad en un país multiconfesional.
"Mi hija y su marido viven en Dubái y no vendrán aquí para las Navidades. Tienen un bebé y temen que haya tensiones y se corte la carretera del aeropuerto", deploró Robert Faytruni, un cristiano de 55 años.
"Estamos inquietos a propósito de Líbano. Será una de nuestras preocupaciones en las próximas semanas", afirmó el domingo el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, a la cadena Sky News.
Líbano y Sudán son "dos países que, en enero, deben ser observados en caso de crisis política o de violencia", agregó Hague, quien anunció además un aumento de la contribución británica a la financiación del TSL.
En el ámbito político, "todo está paralizado en las instituciones del Estado y el gobierno es incapaz de tomar cualquier decisión", declaró a la AFP Sami Salhab, profesor de derecho internacional en la Universidad Libanesa.
Hezbolá forma parte del gobierno de unidad nacional del primer ministro Saad Hariri, hijo de Rafic. El pulso entre ambos sectores en torno al TSL bloquea la labor del Consejo de Ministros, que sólo se reunió una vez en un mes, pese a tener cerca de 300 expedientes pendientes.
Algunos partidos libaneses, entre ellos Hezbola y la Corriente Patriótica Libre, piden que se juzgue a los testigos falsos, lo que evitan discutir otros partidos, que apoyaron a esos testigos durante los útlimos 5 años.
"El gobierno no consigue nombrar un solo funcionario. No puede ser que un país se detenga de esta forma", explicó Salhab.
El ejecutivo debe designar un sucesor al gobernador del Banco Central y al director general de la Seguridad, que se jubilaron hace dos meses.
Asimismo, tiene pendientes temas urgentes, como renovar el contrato con la empresa de recogida de basura en Beirut.
"El Estado todavía no aportó compensaciones a los siniestrados tras la tempestad que devastó recientemente algunas zonas del país: hubo casas arrastradas por las inundaciones, pescadores que perdieron sus embarcaciones y podrían morirse de hambre", declaró a la AFP la ministra de Estado, Mona Ofeich, allegada al presidente Michel Sleiman.
Instituciones financieras, como la agencia calificadora Standard & Poor's, señalaron recientemente que el ritmo de las reformas estructurales prometidas por el gobierno se había ralentizado y expresaron su preocupación de que las tensiones afecten el crecimiento, que alcanzó el 9% en 2009, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).