AFP (Agencia France-Presse)
TRÍPOLI. - Los combates por el control del aeropuerto de Trípoli amenazan con hundir a Libia en una nueva guerra civil, y el gobierno impotente no descarta pedir la ayuda de una fuerza internacional, tres años después del triunfo de una rebelión apoyada por bombardeos de la OTAN que ha sumido al país en el caos.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry advirtió este martes que la violencia en Libia "es peligrosa y debe cesar".
"Estamos trabajando muy duro para hallar una cohesión política", declaró Kerry en rueda de prensa en Viena.
El gobierno libio anunció en la madrugada de este martes que examinaba la posibilidad de pedir fuerzas internacionales para reestablecer la seguridad en el país, donde el aeropuerto de la capital fue blanco el lunes en la noche de una lluvia de cohetes, que causaron grandes daños en sus instalaciones y averiaron más de una decena de aviones libios.
Según el comunicado, el 90% de los aparatos fueron alcanzados, así como la torre de control. Además, un centro de mantenimiento de las aeronaves y un edificio de la aduana fueron por completo destruidos en los ataques, añadió la fuente.
Las hostilidades entre grupos armados rivales comenzaron el domingo con un ataque lanzado contra el aeropuerto por milicias islamistas consideradas como el brazo armado de la corriente islamista en el país.
El aeropuerto de Trípoli está en efecto controlado desde 2011 por las brigadas anti-islamistas de Zenten, acusadas por sus rivales de ser la fuerza militar del movimiento nacional (liberal).
Milicias de la ciudad de Misrata, aliadas a los islamistas, también están implicadas en las hostilidades.
Una lucha de influencia opone a Misrata y Zenten, ciudades del oeste libio que participaron activamente en la rebelión de 2011 contra el régimen de Muamar Gadafi.
Los exrebeldes de Zenten controlan el aeropuerto y varios sitios militares y civiles que se encuentran en la carretera de 25 km que lleva al aeropuerto, en el sur de la capital.
Algunos observadores estiman que los recientes enfrentamientos están ligados a los resultados preliminares de las elecciones legislativas del 25 de junio, anunciados el 6 de julio.
- "Lucha de influencias" -
"Ahora está claro que el ataque contra el aeropuerto está relacionado directamente con los resultados de las elecciones", estimó Othman Ben Sasi, exmiembro del Consejo Nacional de Transición (CNT), brazo político de la rebelión de 2011.
"Esos combates se inscriben en el marco de una lucha de influencias", dijo a la AFP.
"Hay un bando que perdió las elecciones y que intenta ganar influencia de otra manera", añadió, haciendo alusión a los islamistas.
Desde la caída del régimen de Gadafi en 2011 las milicias imponen su ley en el país, sumido en el caos ante la debilidad de las autoridades.
En ese contexto el gobierno indicó en la noche del lunes que examinaba "la posibilidad de hacer un llamado a fuerzas iternacionales para restablecer la seguridad sobre el terreno y ayudar al gobierno a imponer su autoridad".
Paradójicamente, el gobierno hizo ese anuncio poco después de la partida de la misión de la ONU en Libia (Unsmil) que retiró provisionalmente a su personal por razones de seguridad.
Según el comunicado del gobierno, estas fuerzas tendrían también como misión "proteger a los civiles y las riquezas del Estado, y prevenir la anarquía y la inestabilidad, así como brindar al Estado la oportunidad para crear sus instituciones, en particular el ejército y la policía".