Los cancilleres pidieron a Asad "delegar prerrogativas a su vicepresidente para tratar con un gobierno de unión nacional" que debería estar formado "en dos meses", según el comunicado leído por el primer ministro de Catar, el jeque Hamad ben Jasem al Thani, en conferencia de prensa.
La Liga Árabe buscará ahora el respaldo de la ONU a sus iniciativas. "Vamos a informar a la ONU del conjunto de resoluciones de la Liga Árabe (...) en vista de su aprobación", declaró Al Thani.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, presente en la conferencia de prensa, explicó que la organización busca el respaldo de la ONU para dar "más peso" a su plan de salida de la crisis en Siria.
Posteriormente, Al Thani aclaró que "la nueva iniciativa árabe adoptada por los ministros de Relaciones Exteriores tiene por objetivo una salida del régimen sirio de manera pacífica".
El dirigente catarí expresó su deseo de que el gobierno sirio acepte un plan "que se parece al de Yemen" y que ha permitido alcanzar un acuerdo para la salida del presidente yemenita Alí Adbalá Saleh.
La organización panárabe decidió además prolongar su misión de observadores en Siria, pese a las críticas por no haber logrado detener la violencia en Siria, horas después de que Arabia Saudita anunciase la retirada de sus observadores.
Los cancilleres reclamaron también el nombramiento de un "emisario especial" en Siria encargado de seguir los acontecimientos en ese país.
En este contexto, los ministros árabes llamaron al "gobierno sirio y a todas las corrientes de la oposición a comprometerse a un diálogo serio bajo el auspicio de la Liga Árabe en un periodo no superior a dos semanas para poder lograr el objetivo de formar un gobierno de unión que una al poder y a la oposición".