Lisboa celebra la inscripción del fado en el patrimonio de la humanidad

AFP (Agencia France-Presse)

LISBOA. - La inscripción del fado en el patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO fue recibida este domingo con gritos de alegría en el barrio Alfama de Lisboa, cuna de este canto que se ha convertido en el símbolo de todo un pueblo.

Lisboa celebra la inscripción del fado en el patrimonio de la humanidad
"¡Viva el fado! Es un día importante para nosotros", exclamó Maria Argentina, una cantante radicada en este lugar que vive al ritmo de ese "blues portugués", que expresan sentimientos de tristeza y nostalgia.
A poca distancia se encuentra el Museo del Fado, que excepcionalmente permaneció abierto la noche del sábado en espera de la decisión de la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO). Allí se dieron cita los aficionados al fado.
"Vine en cuanto me enteré de la decisión", dijo Gracinda, una sexagenaria, que asistió a un concierto improvisado por algunos músicos en el vestíbulo del museo.
Desde el sábado, los portugueses estaban pendientes de los medios de comunicación, que regularmente daban informaciones sobre la reunión del comité de la UNESCO en Bali, Indonesia. En cuanto se conoció la decisión comenzaron a llegar las reacciones oficiales.
"Este reconocimiento es una fuente de orgullo para todos los portugueses", escribió el presidente de la República, Anibal Cavaco Silva, en un mensaje publicado en el sitio web de la presidencia, en el cual rindió homenaje a los "cantantes de fado, a los poetas, los músicos, los compositores que contribuyeron a hacer del fado una melodía universal".
"Gracias a esta decisión, muchas más personas conocerán el fado y su riqueza", se congratuló por su parte el cantante Camane, apodado "el príncipe del fado".
Este reconocimiento permitirá continuar la salvaguarda de ese patrimonio artístico a través de una red de archivos y la protección de todos los lugares y objetos vinculados a la perpetuación de ese arte, explicó a la AFP Sara Pereira, la directora del Museo del Fado.
El fado surgió en el siglo XIX en los barrios de Lisboa bordeados por el Tajo, el punto de partida de los marinos portugueses hacia el inmenso imperio colonial que se extendía desde América del Sur a África y Asia.
Este lamento musical que habla de la ausencia, de las rupturas o de la nostalgia, nació de la melancolía que reinaba en los puertos de la capital en esa época.
En el siglo XX, este canto se impuso como el símbolo de la cultura portuguesa. Fue difundido por la diva Amalia Rodrigues, fallecida en 1999, quien la cantó en todo el mundo. Actualmente el fado goza de una gran vitalidad, gracias a una generación de artistas que renovó este estilo musical.
Desde Mariza a Cristina Branco, pasando por Carminho y Ana Moura, el canto de la "saudade" sigue siendo escuchado en el mundo entero.
 


Nuevo comentario: