TEHERÁN. - Irán y la Unión Europea superaron importantes discrepancias este viernes para lograr aplicar el acuerdo de noviembre entre Teherán y las grandes potencias sobre el programa nuclear iraní, pero aún se necesita la ratificación de los distintos países.
"Se realizaron progresos significativos en todos los temas relevantes. Ahora se está en el nivel de validación en las capitales", indicó Michael Mann, portavoz de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, tras dos días de conversaciones con una responsable de la Unión Europea que representaba a los países del grupo 5+1.
Poco antes, también este viernes, Irán anunció que se habían solucionado "todos los puntos de desacuerdo" para aplicar el acuerdo concluido en noviembre en Ginebra, pero que aún falta que los distintos países ratifiquen lo acordado.
"Encontramos soluciones para todos los puntos de desacuerdo relativos al acuerdo de Ginebra y su aplicación depende ahora de su ratificación final por las capitales", declaró el negociador iraní Abbas Araghchi a la radiotelevisión iraní Irib
El negociador calificó de "buenas, constructivas e intensas" sus conversaciones con Helga Schmid, la adjunta de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, que tiene a su cargo las negociaciones en nombre del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania).
Araghchi se negó a brindar una fecha para la aplicación del acuerdo.
La emisaria de Estados Unidos, Wendy Sherman, número tres del Departamento de Estado, estuvo presente en Ginebra el jueves, cuando se reunió con Araghchi y Schmid para presentarles las ideas estadounidenses y "ser útil a la discusión con el fin de resolver las cuestiones pendientes del acuerdo", según Jen Psaki, portavoz de la diplomacia estadounidense en Washington.
También hubo un encuentro bilateral entre iraníes y estadounidenses.
En otras dos series de negociaciones previas a nivel de expertos, en Viena y Ginebra en diciembre, se había propuesto el 20 de enero como fecha para poner en marcha este acuerdo, considerado un importante avance tras 10 años de tensiones en torno al programa nuclear iraní.
El acuerdo del 24 de noviembre prevé, entre otras cosas, que no haya nuevas sanciones contra Irán durante un periodo de seis meses en el que Teherán también se ha comprometido a congelar el desarrollo de su programa nuclear.
El objetivo es sellar un acuerdo definitivo con Irán. Las grandes potencias sospechan que su programa nuclear civil esconde ambiciones de fabricar la bomba atómica, pese a las reiteradas negativas de Teherán.
El jueves, antes del inicio de estas negociaciones, Moscú anunció que el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo iraní Hasan Rohani conversaron por teléfono sobre la aplicación del acuerdo. Durante la conversación, Rohani advirtió sobre "la búsqueda de pretextos para crear problemas en el proceso de negociación", según la agencia iraní Isna.
Según fuentes diplomáticas, uno de los puntos más delicados de estas últimas conversaciones tenía que ver con las centrifugadoras más modernas de Irán, capaces de enriquecer rápidamente el uranio.
Las centrifugadoras IR-4, IR-6 e IR-5 son aparatos de tercera y cuarta generación que Irán está probando, según el jefe del programa nuclear iraní Ali Akbar Salehi.