AFP (Agencia France-Presse)
Brisbane, Australia. - Los integrantes de los BRICS - Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica- quieren que el Banco de Desarrollo esté operativo lo antes posible para luchar contra los embates de la economía mundial.
"Llegamos al final de 2014 viendo frustradas nuestras expectativas iniciales de recuperación económica", dijo la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en la apertura del encuentro con sus homólogos chino, Xi Jinping, ruso, Vladimir Putin, sudafricano, Jacob Zuma, y el primer ministro indio Narendra Modi.
Los miembros del grupo encaran la crisis de diferente manera.
Brasil crecerá este año en torno al 0,3% según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, tras el 2,5% de 2013; Sudáfrica ha revisado a la baja el suyo al 1,4%; y el de China fue en el tercer trimestre el más bajo en cinco años, un 7,3%, debido a un cambio del modelo de las autoridades que pretenden reforzar el consumo interno y depender menos de las exportaciones y las inversiones.
La economía de Rusia creció un 0,7% interanual en el tercer trimestre y el rublo está en caída libre lastrado por la crisis de Ucrania y las sanciones internacionales.
Sólo India se salva, con unas previsiones de crecimiento para el año de 5,6% según el FMI que las ha revisado recientemente al alza.
Dadas las "dificultades de la coyuntura internacional", fue fundamental que en la cumbre de Fortaleza (Brasil), en julio pasado, se aprobara la creación del Banco de Desarrollo de los BRICS y el Acuerdo Contingente de Reservas para "potenciar nuestra actuación económica y financiera", dijo Rousseff, que en enero inicia su segundo mandato como presidenta de Brasil.
"A partir de ahora vamos a dar un paso más en la consolidación de esos mecanismos", prometió Rousseff.
El primer ministro de India propuso en la reunión que el banco esté ya operativo para 2016 y para finales del próximo año nombren al presidente de la institución.
- China ya tiene la sede -
China ya ha decidido el lugar donde estará la sede del futuro banco en Shanghai, que contará con un capital de 50.000 millones de dólares.
Todos los países del grupo son partidarios de "acelerar el proceso y concluirlo lo antes posible", dijo el viceministro chino de Finanzas, Zhu Guangyao, en una conferencia de prensa.
Cada país, dijo, va a identificar proyectos para que cuando el Banco de Desarrollo esté operativo pueda empezar el proceso de financiación "inmediatamente".
También recordó que el grupo de emergentes reclama que se haga ya la reforma del FMI y del Banco Mundial. Ya ha recibido el visto bueno de Estados Unidos y "no vemos por qué debería posponerse y alargarse más", dijo el viceministro chino.
El objetivo de la reunión de los BRICS, que reúne a las mayores economías emergentes del planeta, es coordinar una posición común ante el G20 que se abre este sábado en Brisbane (Australia).
Cada uno ha hecho una breve introducción antes de pasar a revisar la agenda, dijo un portavoz de la presidencia brasileña que convocó la reunión en el hotel de Brisbane, blindada durante los dos días del G20, en el que participan los principales líderes mundiales, entre ellos el estadounidense Barack Obama.
Pese a los controles policiales, al cierre de numerosas calles y al calor, muchos ciudadanos, en particular chinos, se congregaron frente al hotel para tratar de ver aunque fuera tras los cristales oscuros de sus vehículos a los líderes.
La salida de Xi Jinping del hotel causó un murmullo de admiración entre los jóvenes que habían desplegado banderas de la República Popular China en parte del recorrido y que fue correspondido por un breve saludo con la mano del mandatario chino.
Por la misma calle pasaron la alemana Angela Merkel, o el mismísimo Barack Obama en su limusina blindada camino al cercano Parlamento donde se iban a reunir los líderes del G20, así como Putin, otro de los escasos líderes en viajar también en limusina.
El G20 de este año se ha fijado como objetivo relanzar la economía y generar empleo, aunque la situación en Ucrania, el avance del grupo Estado Islámico y la propagación del ébola acapararán buena parte de los trabajos de los líderes.