AFP (Agencia France-Presse)
Saná, Yemen. - La tregua decretada para el transporte de ayuda humanitaria en Yemen no se respetaba este sábado, horas después de su entrada en vigor, debido a la falta de voluntad de las partes en el conflicto.
Según la ONU, el 80% de la población, es decir 21 millones de personas, necesita ayuda o protección y más de 10 millones tienen problemas para alimentarse o encontrar agua potable a causa de una guerra que ya ha causado más de 3.200 muertos, la mitad de ellos civiles, desde finales de marzo.
El viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU exhortó a todos los beligerantes a respetar una pausa humanitaria, que debería estar en vigor desde las 23H59 locales (20H59 GMT) hasta el final del ramadán, o sea el 17 de julio.
Pero la coalición árabe liderada por Riad, que ataca desde el 26 de marzo a los rebeldes chiitas hutíes para impedirles apoderarse de todo Yemen, afirmó el domingo que "no se siente concernida por esta tregua porque estima que la milicia hutí no se ha comprometido" a respetarla.
Además asegura "no haber recibido una petición del gobierno yemení legítimo", en el exilio en Arabia Saudita, para aplicarla, ni haberse reunido con representantes de la ONU para coordinarla.
Por lo tanto este sábado el país volvió a ser escenario de combates y de bombardeos de la coalición árabe.
Los aviones atacaron posiciones de los rebeldes en la ciudad de Taez (centro), donde continúan los enfrentamientos entre los insurgentes apoyados por Irán y los combatientes partidarios del presidente yemení en el exilio Abd Rabo Mansour Hadi, contaron testigos. Los hutíes también bombardearon barrios de Taez, añadieron.
La agencia de prensa oficial de Yemen, controlada por el gobierno en el exilio, acusó a los hutíes y a las tropas fieles al expresidente Alí Abdalá Saleh de haber enviado refuerzos a Taez antes de la tregua.
En el sur del país, la coalición árabe atacó zonas en poder de los rebeldes en Adén y en la provincia aledaña de Lahj, afirmaron algunos habitantes.
Estos ataques aéreos tuvieron lugar después de que los rebeldes bombardeasen barrios de Adén, informó un portavoz de los combatientes pro-Hadi, Abdalá al Dayani.
Poco antes del comienzo de la tregua, el jefe de los rebeldes, Abdel Malek al Huthi, dijo que albergaba "pocas esperanzas" de que tenga "éxito" porque, según él, depende "del compromiso del régimen saudí y (...) de un cese total de la agresión".
Los hutíes lanzaron una ofensiva desde su bastión de Sadaa, en el norte del país, y en septiembre se apoderaron de la capital, Saná. Después se dirigieron hacia el sur del país, obligando al presidente Hadi a refugiarse en Arabia Saudí y desatando el 26 de marzo la intervención de Riad.
Los 15 países miembros del Consejo de Seguridad pidieron el viernes a los beligerantes que "suspendan sus operaciones militares", "den muestras de moderación en el caso de que incidentes aislados rompan la tregua y eviten una escalada". También los instan a "facilitar la entrega urgente de ayuda humanitaria".
- Última esperanza -
"Es imperativo y urgente que la ayuda humanitaria llegue a todas las personas vulnerables", estimó el viernes un portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, más de una semana después de que el país fuese declarado en estado de urgencia sanitaria máxima.
Esta tregua es "nuestra última esperanza", declaró a la AFP una portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Abeer Etefa. Desde hace una semana, explica Etefa, el PAM logró transportar 9.000 toneladas de alimentos a su depósito en Yemen y ahora necesita distribuirlos.
No es la primera tregua. El pasado mes de mayo hubo un cese de las hostilidades durante cinco días, pero desde entonces los combates arrecian.
Paralelamente, diez miembros de Al Qaida, entre ellos tres jefes locales, murieron el viernes por la noche en dos ataques de drones estadounidenses en el sudeste de Yemen, informó un responsable local. La red extremista intenta aprovecharse de la guerra para conquistar más territorios.