Los dibujos de Valentina Cruz se exhiben desde hoy en el Mavi
La Tercera, Chile
Se considera que el dibujo, más que un fin en sí mismo, es un medio, un esquema preparatorio a una pintura, una escultura o un grabado. Este reduccionismo ha perseguido incluso a grandes como Picasso o Dalí, donde su producción hecha en el trazo ligero del dibujo es apenas un pie de página en su obra.
En la colección que parte hoy hay obras que corresponden a series elaboradas en diferentes periodos, como también aspectos que reitera Cruz a lo largo de su amplia trayectoria. La temática se relaciona directamente con el mundo que la rodea, trasladando la realidad cotidiana al dibujo en un registro de hechos y situaciones.
En la retrospectiva se destacan piezas realizadas con tinta china, donde la precisión otorga a lo representado una sensación definitiva. La unión de la tinta concreta con el lápiz o la acuarela evanescentes, que le permiten resultados atmosféricos. Se propone así el desafío frente a elementos considerados antagónicos. Con frecuencia utiliza destellos amarillos, que junto con el negro, aproximan sus creaciones a la estética del cómic. En algunas de sus obras los colores interactúan entre si, produciendo composiciones muy vitales.
A lo largo de la vasta trayectoria de Valentina Cruz, hay en su producción artística un constante movimiento que se traduce en espacios inestables. El ritmo lineal se incorpora al discurso visual de sus obras, el que es acentuado a través de la repetición de las formas para reforzar el significado de la imagen. En su obra exorciza lo que no podemos conjurar con palabras. Esta exposición es una aventura visual que revela la maestría de una de nuestras más connotadas dibujantes y principales exponentes de la gráfica nacional actual.