Los donantes prometen más de 5.000 millones de dólares para Pakistán
AFP, Agence France-Presse
La conferencia internacional de donantes para Pakistán, celebrada el viernes en Tokio, prometió aportar más de 5.000 millones de dólares en ayuda civil a este empobrecido país, clave en la lucha contra el terrorismo.
"Los socios para el desarrollo prometieron más financiación para Pakistán, por un total de más de 5.000 millones de dólares en dos años, para aportar un apoyo suplementario a los gastos requeridos para protección social, desarrollo humano y programas para los pobres", anunciaron Japón y el Banco Mundial (BM).
"Los donantes reafirmaron su compromiso para realizar los programas existentes (que totalizan actualmente más de 15.000 millones dólares), destinados a apoyar iniciativas a corto y medio plazo para ayudar a Pakistán a reducir la pobreza y aumentar su crecimiento económico", añadió el comunicado final.
Los representantes de 27 países y de 16 organizaciones internacionales participaron en Tokio en esta conferencia.
El Banco Mundial preveía promesas de ayuda de 4.000 a 6.000 millones de dólares (3.000 a 4.500 millones de euros) en total, bajo forma de donaciones o préstamos.
Estados Unidos y Japón se comprometieron con 1.000 millones de dólares cada uno y la Unión Europa prometió aportar 640 millones de dólares sobre un periodo de cuatro años.
"La conferencia es un éxito rotundo", había valorado el enviado estadounidense, Richard Holdbrooke, antes de darse a conocer la cifra total. "¿Será suficiente?", se preguntó. "No, Pakistán necesita más. Pakistán necesita la ayuda del mundo".
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha colocado a Pakistán en el centro de la lucha contra Al Qaida y desveló una nueva estrategia para revertir la guerra de Afganistán y derrocar a los insurgentes en ambas partes de la porosa frontera.
Isabel Guerrero, vicepresidenta del Banco Mundial para el Sureste de Asia, indicó que Pakistán -donde hasta el 40% de la población vive con un dólar diario o menos- se enfrenta a una crisis económica agravada por los altos precios del petróleo y de los alimentos y por la recesión global, así como por la inestabilidad política y "los ataques sin sentido de los insurgentes".
El presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, indicó al inicio de la conferencia que estaba "dispuesto a luchar" contra el extremismo islámico y recordó a los delegados que en su país estallaba "una bomba cada tres días".
Zardari se mostró listo "para el reto" pese a haber perdido "a la madre de mi hijo" en esta lucha. Su esposa, la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto, murió en un atentado suicida en diciembre de 2007.
El terrorismo "no se detiene en mi frontera. Si perdemos, ustedes perderán. Si somos los perdedores, el mundo perderá", advirtió.
El primer ministro japonés, Taro Aso, recordó por su parte los recientes ataques en Islamabad, Lahore, Bombay y Kabul y señaló que "siete años y medio han pasado desde los ataques terroristas del 11 de Septiembre y el mundo sigue enfrentándose a la amenaza del terrorismo".
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