Los españoles emigran a Marruecos en búsqueda de nuevas oportunidades

AFP (Agencia France-Presse)

TÁNGER. - "En este momento, las cosas van mal en España", asegura Emilio Rodríguez, que dirige una pequeña empresa de construcción en Tánger, en el norte de Marruecos, en donde se instaló hace poco siguiendo los pasos de otros españoles que buscan nuevas oportunidades laborales.

Los españoles emigran a Marruecos en búsqueda de nuevas oportunidades
El rey Juan Carlos de España estará de visita oficial en Marruecos la próxima semana. El monarca del país ibérico será recibido por su homólogo Mohamed VI con todas las consideraciones con las que se acoge a un importante jefe de Estado: España es uno de los principales socios económicos de Marruecos.
Más de medio siglo después de la independencia, los lazos entre los dos reinos vecinos siguen siendo estrechos. España cuenta con la segunda comunidad marroquí más grande del mundo y un gran número de empresarios españoles se instaló desde hace varios años en Marruecos.
Pero la fuerte crisis económica que atraviesa el país ibérico intensificó este fenómeno.
"Allá (en España), liquidé todo. No había trabajo y los bancos no daban créditos", explica a la AFP Emilio, que vive desde hace un año y medio en Tánger.
"Vine a ver cómo estaban las cosas por aquí, vi que había muchas facilidades, muchas maneras de hacer cosas para el desarrollo del país, sobre todo en el área de la construcción", explica por su parte José Manuel Fernández, empleado de una empresa española especializada en la construcción de terrenos de golf en Marrakech, en el sur de Marruecos.
No obstante, en Marruecos, a pesar de una tasa de crecimiento de entre el 2,5% y el 5% dependiendo de las temporadas agrícolas, no todo es de color rosa y más del 20% de los jóvenes no tienen empleo. A pesar de esto, los recién llegados de España consideran que el entorno es propicio para encontrar nuevas oportunidades.
"Vine a Tánger con mi hija hace tres meses. Estoy buscando un empleo. En España ganaba 1.000 euros por mes, pero allí la vida es muy cara", dice María Gallande, de 40 años.
Sentada en una cafetería, no muy lejos del antiguo puerto de Tánger, la mujer saborea un té a la menta mientras contempla los barcos que parten a España. Para ella también, la vida en España se había vuelto "demasiado difícil".
"Prefiero estar en Tánger. España es mi país (...) pero me siento bien aquí. A pesar de lo que uno puede pensar, aquí la sociedad no es cerrada", afirma.
Según un miembro de una asociación, algunos españoles trabajan en centros de atención telefónica a cambio de sueldos de entre 400 y 500 euros por mes. Otros, más numerosos, crean pequeñas empresas, principalmente en el área de la construcción, una de las más afectadas por la crisis en España.
Gallande busca un empleo como secretaria en una empresa privada. "Lo que no quiero es trabajar en un centro de atención telefónica. Es un trabajo difícil y se gana mal", explica.
Por el momento, es difícil cifrar este fenómeno. Los datos oficiales muestran un ligero aumento del número de españoles que trabajan en Marruecos y que están afiliados a la seguridad social: de 2.507 en 2011 a 2.660 en 2012. Pero, las asociaciones locales hablan de varios centenares de personas.
"Muchos trabajan ilegalmente y regresan regularmente a España para cobrar su prestación de desempleo y para evitar estar en la ilegalidad" en relación a la ley marroquí, que limita a tres meses la estadía en el país por turismo, subraya una joven española que trabaja en una ONG local.
Para evitar ese tipo de casos, el ministerio marroquí del Interior publicó hace poco un comunicado en el que pide a los recién llegados que hagan "los trámites necesarios relativos a su estadía y a sus ocupaciones laborales".


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