"Hay unos 40 alumnos por clase y los profesores están cansados", dice Paz Elena Fernández, de 16 años, destacando que se está recortando en el dinero destinado a becas, de las que dependen muchos chicos de su barrio.
"Mucha gente está dejando los estudios para encontrar un trabajo o trabajan mientras estudian, pero no hay mucho trabajo", añade, antes de asegurar "muchos ni estudian ni trabajan".
El Sindicato de Estudiantes convocó manifestaciones en más de 50 ciudades para protestar por los recortes en educación y en los fondos destinados a la investigación y del aumento de horas de trabajo para los profesores.
Desde la última protesta estudiantil el 29 de febrero, el gobierno ha anunciado más recortes por 3.000 millones de euros, aumento de alumnos por clase y subidas de las inscripciones a la universidad, que pasan de una media de 1.000 euros a unos 1.500 euros.
"Convocamos la movilización como una respuesta inicial a lo que están haciendo, unas agresiones sin precedentes contra la educación pública en los últimos 35 años", dijo Tohil Delgado, portavoz de Sindicatos de Estudiantes, afirmando que estas reformas están, aseguran, arruinando sus estudios.
El gobierno conservador de Mariano Rajoy, empeñado en reducir el déficit público, afirma que las medidas son cruciales para reactivar la economía española, pero los estudiantes afirman que están acabando con el sistema educativo y con sus perspectivas para encontrar un trabajo.
La concentración madrileña tuvo su reflejo en otras ciudades y regiones españolas como Galicia, donde miles de estudiantes desfilaron por las principales localidades de la comunidad.
En Santiago de Compostela, los manifestantes marcharon tras una pancarta con el lema "No a los recortes en la enseñanza pública" protestando contra la reducción de becas y la subida de tasas universitarias.
"Todo el dinero que se está dedicando a salvar a la banca, a garantizar los beneficios de los capitalistas y a darles ayudas a los grandes empresarios, se dedique en realidad a garantizar un futuro mejor para los hijos de los trabajadores, una educación pública, gratuita y de calidad", dijo Óscar Egido, del Sindicato de Estudiantes, en una manifestación en Zaragoza.
Las protestas de este jueves, que volverán a repetirse el próximo día 22, en que está convocada una nueva huelga en la educación, tienen lugar apenas dos días antes de que los "indignados" vuelvan a tomar las calles.
El movimiento quiere volver a manifestarse entre el 12 y el 15 de mayo para conmemorar su primer aniversario y seguir protestando contra la crisis y las medidas de austeridad, que dieron lugar a su surgimiento hace un año.