Los hombres que se inventaron Castilla
Público, Madrid, España
MADRID, JESÚS MIGUEL MARCOS. - Ignacio y Arsenio Escolar destapan en un libro los falsos mitos y leyendas sobre los que se construyó la historia de un reino que fue la base del imperio español. A mediados de siglo XIII, el rey de Castilla Alfonso X aspiraba a convertirse en emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico.
Alfonso X
"Equiparan el origen de Castilla al de Asturias y no es así ni de lejos"
Padre e hijo, ambos naturales de la provincia de Burgos, se propusieron emular a Indro Montanelli y su Historia de Roma con un relato divulgativo, para el gran público, y con técnicas periodísticas sobre una época no del todo clarificada. "La historia de Castilla es un momento de la historia de España bastante desconocido: la gente llega a los Reyes Godos, los recita con rapidez, de ahí nos invaden los moros, volvemos con los Reyes Católicos y en medio no ha pasado nada", afirma Ignacio Escolar. Los autores rescatan las últimas tesis de los historiadores para constatar que desde finales del siglo XII y hasta mediados del siglo XIII, un puñado de cronistas y poetas se inventó una patria, Castilla, creando una serie de falsos mitos y ensalzando a determinados personajes que en realidad no fueron tan importantes. "Castilla es uno de los últimos reinos que aparecen, pero estas maniobras la sitúan como el gran reino que desde siempre se empeñó en la reconquista. Le ponen un origen equivalente a la Asturias de Don Pelayo y no es así ni de lejos. La Asturias de Don Pelayo nace en el año 718, mientras que Castilla como tal no aparece hasta 1065, más de 300 años después", enfatiza Arsenio Escolar.
El otro Cid
El Cid fue "en realidad un señor de la guerra lleno de claroscuros"
Ni El Cid se libra. Los cronistas de la época, anónimos en su mayoría, proyectaron sobre la figura del caballero todo tipo de virtudes que casi lo elevaban a la categoría de santo, cuando "en realidad fue un señor de la guerra lleno de claroscuros, capaz de ganar batallas después de muerto", dicen los autores. También Fernán González, considerado el gran padre de Castilla y un héroe de la independencia del reino, jugó un papel mucho más discreto del que le atribuyen aquellas primeras crónicas. "En los tres siglos que siguen a su muerte no hay ni un papel que le mencione. Sólo después, cuando un fraile escribe la historia de Castilla desde la abadía donde está enterrado Fernán González, decide convertirlo en un gran personaje. Y lo hace porque tiene los restos del conde a su lado y le interesa convertir el lugar en una zona de peregrinos", sostiene Ignacio Escolar.
Los dos periodistas creen que este libro ayuda a tomar distancia con el mapa de la Península en la actualidad. La configuración presente, según Ignacio, "se debe a decisiones de reyes que más tarde se convierten en realidades culturales, pero que en el momento en que suceden no existen como tal".