Los japoneses votan masivamente por la oposición y su programa social

AFP, Agence France-Presse

Los japoneses votaron masivamente el domingo en las elecciones legislativas a favor de la oposición centrista, que prometió llevar a cabo una política más social tras 54 años de reinado de los conservadores en la segunda economía mundial.

El líder del Partido Democráta de Japón, Yukio Hatoyama
El líder del Partido Democráta de Japón, Yukio Hatoyama
TOKIO, 30 agosto 2009 (AFP) -
Según las primeras estimaciones publicadas por los medios de comunicación al cierre de los colegios electorales, el Partido Demócrata de Japón (PDJ, centro) obtendría entre 298 y 329 de los 480 escaños de la cámara baja del Parlamento japonés.
Le asesta así un duro golpe al todopoderoso Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) del primer ministro Taro Aso, que ha gobernado el país desde 1955 con una única interrupción de 10 meses en los años 90 y que ahora sólo lograría entre 84 y 131 diputados.
Los Demócratas, que ya son mayoritarios en el Senado gracias a otros dos partidos de oposición, tendrán a partir de ahora un control absoluto del Parlamento y la vía libre para llevar a cabo su ambicioso programa de reformas.
El anuncio de la victoria fue recibido con una explosión de alegría y una tormenta de aplausos en el cuartel general electoral del PDJ, en el moderno barrio tokiota de Roppongi.
Al votar por el cambio, los japoneses han querido sancionar los excesos de la política liberal que el PLD ha realizado en los últimos años, responsable en su opinión de la agravación de las diferencias sociales, del desempleo y de la precariedad.
El presidente del PDJ, Yukio Hatoyama, de 62 años, que debería ser nombrado primer ministro por el Parlamento dentro de dos semanas, ha prometido llevar a cabo una política "al servicio de los ciudadanos", basada en un generoso programa de subsidios para los jubilados, las familias y los más desfavorecidos.
En el plano diplomático, este rico heredero de una larga dinastía de hombres políticos a menudo comparada con los Kennedy, quiere que Japón aplique una política más independiente de Estados Unidos y más vuelta hacia Asia, pero sin poner en duda la alianza estratégica con su aliado estadounidense.
El PDJ, que jamás ha gobernado, toma las riendas de un país que apenas sale de la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial y algunos ponen en duda su capacidad para efectuar todas las reformas prometidas sin aumentar los impuestos.
Consciente de esta debilidad, el PDJ debería nombrar a partir del lunes un equipo reducido que estará a cargo de la transición con la administración saliente.
A pesar de la inminente llegada de un tifón y del temor a la propagación de la gripe H1N1, la participación fue importante. Muchos de los 103 millones de electores inscritos se declaraban interesados esta vez en unos comicios donde un verdadero cambio era posible.
A las 16H00 (07H00 GMT), el 41,83% de los 103 millones de electores había votado, una cifra ligeramente inferior a la registrada en los últimos comicios de 2005, que a esa hora era del 42,57%. Pero cerca de 14 millones de japoneses, es decir el 13,4% de los electores, ya habían votado por anticipado, mucho más que en 2005 (8,7%).
El voto por anticipado es posible durante los diez días previos a las elecciones para aquellos que no pueden desplazarse ese mismo día.
"Creo que ahora necesitamos un cambio", declaró Toshihiro Nakamura, un jubilado de 68 años, tras depositar su papeleta a favor del candidato de la oposición en un colegio electoral de Tokio.
"Es demasiado para un sólo partido dominar la vida política durante más de medio siglo", añadió.
El PLD, artífice del "milagro económico" que convirtió a Japón en la segunda potencia económica mundial, se encontró así el domingo relegado a la oposición por segunda vez en su historia. La primera fue en 1993-94, cuando tuvo que ceder el poder a una heteróclita coalición que sólo duró 10 meses.
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