AFP (Agencia France-Presse)
WASHINGTON. - El mundo tenía su vista puesta este domingo en el Senado de Estados Unidos, que buscaba la forma de poner fin al bloqueo del presupuesto, con solo tres días laborables para impedir un cese de pagos de la deuda de la primera economía mundial.
"La manera en que esto va a terminar no está clara para mí. (...) Tal es la confusión que hay", dijo a la cadena CNN el senador republicano Bob Corker, resumiendo el estado de incertidumbre que reinaba en Washington la mañana del domingo. "En las últimas 24 horas, no ha habido nada productivo sobre este asunto", agregó.
Luego de concretarse el sábado un impasse en la Cámara de Representantes, las miradas están puestas en el Senado, donde ambos jefes de grupo, demócrata y republicano, intentarán alcanzar un compromiso que ponga fin a un bloqueo político de casi dos semanas sobre el tema del presupuesto y de la deuda.
Estados Unidos enfrenta dos crisis vinculadas políticamente pero cuya coincidencia es debida a un azar del calendario: una es la ausencia de un acuerdo en el Congreso el 1 de octubre sobre el presupuesto 2014 que mantiene paralizado parcialmente al gobierno y otra es el bloqueo en el Congreso para elevar el techo de la deuda antes del 17 de octubre, fecha en que el Tesoro estadounidense no podrá honrar algunos compromisos de su deuda.
Los mercados, que siguen de cerca los debates, podrían reaccionar negativamente la semana próxima a la falta de un acuerdo.
La directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advirtió el domingo a NBC que un fracaso sobre la deuda podría implicar "perturbaciones masivas en el mundo entero" con el riesgo de una nueva recesión en Estados Unidos.
En momentos en que las dos cámaras disponen de apenas tres días laborables para acordar un alza en el techo de la deuda, los senadores mostraron su voluntad de lograr un acuerdo.
Pero según Harry Reid, jefe de fila de los demócratas en el Senado, sus contactos del sábado con el jefe de los senadores republicanos, Mitch McConnell, aunque "extremadamente cordiales" fueron "muy preliminares" y "no aportaron nada en concreto".
La senadora republicana Susan Collins, involucrada en las negociaciones, aseguró el domingo a CNN que habría "una solución esta semana" y que los parlamentarios iban a "continuar trabajando, transmitiendo (sus) propuestas a los dirigentes de ambos bandos". Pero su colega Lindsay Graham admitió a ABC que "no veía ningún" acuerdo surgir por el momento.
"Momento muy peligroso"
Por su lado, los legisladores de la Cámara de Representantes se retiraron de Washington por el fin de semana hasta la tarde del lunes, tras mantener una corta sesión el sábado en la mañana.
Los representantes republicanos acusaron entonces al presidente Barack Obama de haber rechazado su propuesta.
"Estoy decepcionado con que el presidente haya rechazado la oferta que pusimos sobre la mesa", dijo Eric Cantor, jefe de la mayoría republicana en la Cámara.
El sábado, Obama expresó su hostilidad a la idea de extender solamente por algunas semanas el alza del techo de la deuda.
La Casa Blanca también lamentó que se haya rechazado el sábado una medida del Senado que habría permitido al Estado federal continuar pagando sus préstamos hasta fines de 2014 y alejar de esa forma el riesgo de un inédito default.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, previno la noche del sábado que se está cerca "de un momento muy peligroso".
Lagarde comparó los efectos que tendría un cese de pagos estadounidense con los de la crisis financiera de 2008.
"El estatuto de la economía estadounidense estaría, de nuevo, en peligro", indicó Lagarde en la emisión de la cadena NBC "Meet the press", algunos de cuyos extractos han sido publicados este domingo.
"Si hay tal nivel de perturbación, de falta de certidumbre, de falta de confianza en los compromisos de Estados Unidos, eso implicaría perturbaciones masivas en el mundo entero. Y estaríamos expuestos a caer, nuevamente, en la recesión", advirtió Lagarde.
Los directores de grandes bancos también expresaron su inquietud sobre un eventual default, como lo hizo Jamie Dimon, director de JPMorgan, el banco más grande de Estados Unidos.
La propuesta de extender por un corto plazo el aumento del techo de la deuda habría permitido, según los republicanos, negociar un amplio acuerdo de reforma de los programas sociales estadounidenses, entre ellos el sistema público de jubilaciones, manteniendo siempre la presión sobre el presidente.
El aparente endurecimiento de la posición del ejecutivo hizo desplazar el centro de gravedad de las negociaciones al Senado, donde demócratas y republicanos anunciaron el sábado estar trabajando sobre un plan alternativo al que se presentó en la Cámara de representantes.
La parálisis de las administraciones federales desencadenado el 1 de octubre por falta de votos sobre los gastos e ingresos en el Congreso, ha provocando una cascada de mal funcionamiento del gobierno federal en todo el país.