Los rebeldes retroceden ante bombardeos de Gadafi pero niegan caída de ciudades

AFP (Agencia France-Presse)

RAS LANUF, Samer Al Atrush, (AFP) - Los rebeldes libios se vieron obligados el domingo a replegarse de posiciones avanzadas en el este, pero negaban la caída de ciudades importantes anunciada por la televisión oficial, que mostraba celebraciones de partidarios del régimen de Muamar Gadafi.

Rebeldes en Ras Lanuf, Libia.
Rebeldes en Ras Lanuf, Libia.
Insurgentes de regreso del frente indicaron haberse retirado de Ben Jawad, a un centenar de kilómetros al este de Sirte, tras combates que según fuentes médicas dejaron al menos dos muertos y 20 heridos.
La televisión estatal Al Libya aseguró que las fuerzas de Gadafi habían recuperado Misrata, así como el importante centro petrolero de Ras Lanuf y la ciudad de Tobruk, todos entre Trípoli y la frontera con Egipto.
La televisión mostró imágenes de miles de personas que celebraban la "victoria contra los terroristas" en la Plaza Verde de Trípoli, así como en Sirte, la ciudad natal del "Guía de la Revolución", y en Sebha (sur).
Los rebeldes que desde el 15 de febrero se alzaron contra Gadafi negaron de inmediato validez a esos informes.
En Ras Lanuf, periodistas de la AFP comprobaron además que esa ciudad seguía en manos de los insurrectos que la habían tomado el sábado, aunque el domingo por la mañana las aviación de Gadafi llevó a cabo dos ataques aéreos. Los bombardeos no dejaron víctimas, según los primeros informes, aunque provocaron movimientos de pánico en la población, que corría por las calles en busca de refugio.
Una enorme explosión se escuchó hacia el mediodía en esta estratégica localidad petrolera, seguida por disparos antiaéreos.
Los insurgentes desmintieron por lo demás que las fuerzas de Gadafi hubiesen retomado Tobruk, cerca de la frontera con Egipto.
"No es cierto. La región que va de Ajdabiya a la frontera egipcia está bajo nuestro control", declaró Fateh Faraj, un miembro del consejo de insurgentes en esa ciudad, contactado por teléfono.
En Misrata (150 km al este de la capital), los tanques de Gadafi bombardeaban la ciudad, indicaron residentes.
"Los tanques disparan obuses hacia el centro de la ciudad, cerca del local de la radio. También escuchamos nutrido fuego de armas automáticas", declaró por teléfono un habitante, que pidió mantener el anonimato.
"Los habitantes no tienen armas. Si la comunidad internacional no interviene rápidamente, será una carnicería", agregó.
Los disparos de armas automáticas podían escucharse por teléfono.
Para el testigo, esos bombardeos demuestran que "Gadafi no controla la ciudad", pese a lo afirmado por la televisión Al Libya.
En Bin Shawad, situada a unos 600 km al este de Trípoli, las tropas pro Gafadi sorprendieron el domingo a las fuerzas rebeldes con una violenta ofensiva que dejó un saldo de al menos dos muertos y 30 heridos, entre ellos un periodista francés.
Helicópteros y aviones participaron en el ataque de las tropas para recuperar esa ciudad, en manos de la oposición desde el sábado y vecina de Ras Lanuf (unas 60 km al este), según testigos.
Los rebeldes formaron en su bastión de Bengasi (este) un Consejo Nacional que el sábado, en su primera reunión, se proclamó "el único representante de Libia".
El ministro francés de Relaciones Exteriores afirmó en El Cairo que Europa y Francia no pueden "tolerar la locura criminal" del régimen de Gadafi, poco antes de que su ministerio emitiera un comunicado que "saluda" la formación del Consejo opositor.
Los países occidentales discuten medidas para frenar la represión y obligar a Gadafi a ceder el poder, aunque están divididos sobre las medidas que podrían adoptar, empezando por la de decretar una zona de exclusión aérea para disuadir a la aviación libia de bombardear a la población.
Gadafi declaró que estaba por el envío de una comisión investigadora "de las Naciones Unidas o de la Unión Africana" para evaluar la situación de su país, en una entrevista que publica este domingo el semanario francés Le Journal du Dimanche.
Gadafi, de 68 años, en el poder desde 1969, advirtió además que la crisis en Libia podría crear una estampida hacia Europa de migrantes africanos y asiáticos que trabajan en su país.
Más de 100.000 personas huyeron de Libia tan sólo por la frontera con Túnez desde el 20 de febrero, según la ONU.


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