Los rebeldes sirios logran varias victorias sobre el régimen de Damasco

AFP (Agencia France-Presse)

Beirut, Líbano. - El régimen del presidente Bashar al Asad sufrió varios reveses militares con la pérdida del último puesto fronterizo con Jordania a manos de los rebeldes, que pocos días antes también conquistaron la ciudad de Idleb.

Después de más de un año de victorias sucesivas frente a los rebeldes que intentan derrocarlo desde 2011, estas derrotas han puesto de manifiesto los límites del ejército de Damasco en las regiones donde no cuenta con apoyo del Hizbolá libanés (pro-Irán), según los expertos.

Estos últimos consideran, además, que las potencias regionales que sostenían a los rebeldes han decidido contener la expansión de Irán en Siria, y para ello, están suministrando más armas a los rebeldes.

En el noroeste sirio, la toma de la gran ciudad de Idleb el 28 de marzo por rebeldes de la rama siria de Al Qaida supuso una dura derrota para Damasco, ya que se trataba de la segunda capital de provincia que pierde desde el inicio de la guerra.

Idleb cayó tras varios días de combates "gracias al gran número de insurgentes y sobre todo a la cantidad de armas en su poder, llegadas a través de Turquía", país fronterizo hostil al régimen de Al Asad, explicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

En el sur, en la provincia de Deraa, cuna de la revuelta en 2011, el régimen ha perdido consecutivamente la ciudad antigua de Bosra al Cham y el último puesto fronterizo con Jordania bajo su control, eliminando de facto su presencia en la frontera. 

 

- Ejército cada vez más dependiente -

 

Para Noah Bonsey, analista del International Crisis Group, estos reveses se explican por el hecho de que el ejército, que combate por todo el país, "cada vez tiene menos efectivos, lo que le complica el avance fuera de sus feudos", como las provincias centrales de Damasco y Homs. 

Pero sobretodo, "el régimen depende cada vez más de Hizbolá y de las milicias chiitas extranjeras" llegadas de Irak o Afganistán, dijo, añadiendo que "en zonas como Idleb, Hizbolá no tiene ninguna intención de entrar".

Para Abdel Raman, la coyuntura en la región es desfavorable al régimen. En Yemen, Riad coordina una campaña aérea contra los rebeldes chiitas hutíes apoyados por Irán.

"Arabia Saudí, Qatar, Jordania y Turquía han tomado la decisión de detener el avance del régimen", considera. 

En Siria, donde desde hace un año las derrotas de los rebeldes han sido interpretadas como una pérdida de influencia de Riad en el país, "estas potencias regionales quieren retomar la iniciativa", estima el director del OSDH. "Quieren detener la progresión de Irán en Siria y en Yemen", añade.

Rahman señala que últimamente Turquía y Jordania han dejado pasar mucho armamento a través de sus fronteras para reforzar a los rebeldes, subequipados para luchar contra un ejército dotados de medios muy superiores, como aviones de combate.

La ayuda a los rebeldes de estos países árabes, apoyados por Estados Unidos, ahora es "mayor y más eficaz", subrayó Noah Bonsey.

La dinámica rebelde es distinta en el norte y en el sur, ya que aunque los yihadistas del Frente Al Nusra y sus aliados han conquistado Idleb, quienes predominan en la región de Deraa (sur) son los insurgentes considerados "moderados".

Por otra parte, el grupo Estado Islámico (EI), fue expulsado el jueves del campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, en el sur de Damasco, después de violentos combates la víspera con grupos armados palestinos apoyados por rebeldes sirios llegados del exterior.

Los yihadistas habían lanzado la víspera un ataque contra el campamento de la capital siria.

En Siria, el EI combate al mismo tiempo al régimen, que considera su enemigo, y a los otros grupos rebeldes, a los que ve como un freno a su proyecto de hegemonía territorial.



Nuevo comentario: