AFP (Agencia France-Presse)
BAGDAD. - La ofensiva de un grupo yihadista a las puertas de Bagdad preocupa a las autoridades y a los analistas, que temen que los insurgentes entren en la capital iraquí y dudan de la capacidad del ejército y de la policía para hacerles frente.
El Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) junto a combatientes de tribus hostiles al gobierno controlan desde enero la ciudad de Faluya, 60 kilómetros al oeste de Bagdad, y otras zonas en la provincia de Al Anbar, de mayoría sunita.
La ofensiva podría perturbar, además, las elecciones legislativas previstas para el 30 de abril.
Desde hace una semana los insurgentes se enfrentan con la policía en los pueblos de Zoba y Zaidan, cerca de Abu Ghraib, a sólo 20 kilómetros de Bagdad, una muestra de la intención del EIIL de acercarse a la capital.
Las tropas iraquíes detuvieron el pasado jueves una ofensiva contra un campo militar en Yusifiya, en el suroeste de Bagdad, en la que murieron 40 insurgentes, y recientemente lograron retomar el control de gran parte de la ciudad de Ramadi, la capital de la provincia de Al Anbar.
Pero a pesar de esta contraofensiva, los yihadistas del EIIL desfilaron con decenas de vehículos la semana pasada en pleno día en Abu Ghraib, según varios testimonios y los videos publicados en YouTube, una demostración de fuerza inquietante sobre sus capacidades militares.
"Los combatientes del EIIL intentan rebajar la presión que sufren en Faluya [...] y atacan pueblos débiles situados entre Bagdad y Faluya así como unidades del ejército", dijo un coronel del ejército que no quiso identificarse.
En los pueblos de Zoba y Zaidan los bombardeos y los combates dejaron tres muertos y más de 50 heridos, según fuentes médicas, mientras que en Faluya siguen los combates en la entrada de la ciudad y los bombardeos regulares del ejército.
- ¿Asalto a Bagdad? -
"El objetivo parece ser el de utilizar su base de Al Anbar para lanzar operaciones más importantes contra el gobierno federal en Bagdad", afirma Charles Lister, del Brookings Centre de Doha.
Según este investigador, los desfiles en Abu Ghraib son una muestra de "hasta qué punto el EIIL tiene capacidad para actuar con impunidad casi total en ciertas zonas sunitas" y supone "un importante desafío" para las fuerzas iraquíes.
Al contrario, los responsables de seguridad afirman que un posible ataque contra Bagdad fracasaría y que los combates recientes demuestran la debilidad de los yihadistas. "Entrar en Bagdad es imposible, no es lógico", dijo el general Saad Maan, portavoz del ministerio del Interior.
"No tienen potencia y nosotros contamos con inmensos refuerzos militares para detenerles. Nuestras tropas lanzaron ataques a diario contra ellos cerca de Faluya y sufrieron muchas pérdidas", añadió Maan.
"Están soñando" si piensan que van a entrar en la capital, asegura un responsable de seguridad iraquí, y augura que el frente de Faluya "continuará hasta que las fuerzas en la zona estén agotadas".
La violencia en la provincia de Al Anbar, fronteriza con Siria, empezó en diciembre tras la decisión de las autoridades de desmantelar un campo de sunitas instalado en Ramadi que protestaban contra el gobierno desde hacía casi un año.
Arabia Saudí y Catar, y el conflicto en Siria alimentan desde hace un año una ola de violencia sin precedentes desde 2008. Más de 2.300 personas han muerto en lo que va de año en los ataques que se producen casi a diario, según un balance de la AFP.