Macri enfrenta el fantasma de un término anticipado de su mandato

La Tercera, Chile

La crisis económica, el cuarto paro general contra el gobierno y la sorpresiva salida del titular del Banco Central, complican al mandatario. Los expertos aseguran que si bien hay señales de riesgos, la situación es muy distinta a la de 2001. Ningún Presidente no peronista ha podido concluir su gestión.

Una de las primeras alertas llegó el pasado 12 de febrero, cuando la analista Mary Anastasia O’Grady publicó en The Wall Street Journal un lapidario panorama sobre la situación en Argentina y los riesgos para el gobierno de Mauricio Macri. Así, alertó que el mandatario corría el riesgo de no terminar su gestión en 2019. La tesis de esta experta fue que el gobernante subestimó la pesada herencia dejada por Cristina Kirchner y que su política gradualista significaba “jugar con fuego”.

Siete meses después de esta alerta de WSJ, la gestión de Macri ha estado marcada por el fantasma de un fin anticipado del mandato que inició en diciembre de 2015. El alza de las tarifas, la inflación (24,3%), el desempleo (9,6%), una contracción del PBI del 2,4% prevista para este año y un creciente descontento social por sus políticas económicas ya provocaron un fuerte ajuste en el gasto -y también en su gabinete- pero hasta ahora el líder de Cambiemos no ha obtenido los resultados esperados.
En una muestra de la crisis, parte importante de Argentina se vio paralizada hoy tras el inicio de la cuarta huelga en los tres años que lleva de mandato. Debido al paro, micros, metro, trenes, bancos, escuelas y hospitales, paralizaron sus funciones, mientras que todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas y LATAM fueron cancelados.
Ello, justo cuando el Presidente se encuentra en Estados Unidos para poner a prueba la confianza global sobre su plan de reactivación económica y cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$ 50.000 millones.
En medio de este torbellino, la Casa Rosada vivió la sorpresiva renuncia del titular del Banco Central, Luis Caputo (ver nota secundaria). Por otro lado, Macri no ha podido voltear a su favor los escándalos de corrupción del kirchnerismo. Según una encuesta de Rouvier y Asociados, por primera vez una mayoría (41,4%) votaría por Cristina Fernández en las elecciones de fines de 2019, mientras que el 38,3% se inclinaría por el actual mandatario, que esta semana anunció desde EE.UU. que postulará a la reelección.

“Sin atajos”

Pero los comicios parecen por ahora muy lejanos, cuando el tema central que se instaló en Argentina es si Macri podrá terminar su gobierno. Desde 1928 ningún mandatario no peronista ha completado su mandato. Los gobernantes radicales Arturo Frondizi y Arturo Illia fueron depuestos tras golpes militares en 1962 y 1966, respectivamente. También los radicales Raúl Alfonsín y Fernando De la Rúa no pudieron terminar su gestión, en 1989 y 2001, respectivamente. Y es precisamente el recuerdo de la crisis económica y política de De la Rúa lo que no deja dormir a la Casa Rosada. De todos modos, los expertos llaman a la calma.
“Lo que se está discutiendo más, aunque tenga ese formato de si termina o no termina, es si Macri tiene las condiciones para ser reelegido”, dijo a La Tercera el académico de la Universidad de Buenos Aires, Julio Burdman, quien agregó que “hoy Macri no enamora a nadie fuera de su núcleo de votantes duros, que son más antiperonistas que otra cosa”.
El lunes, en una entrevista con Bloomberg TV, Macri aseguró que recibirá los fondos del FMI, ahuyentando los miedos de un default. Y hoy en su discurso ante la ONU, aseguró que “sé que el esfuerzo es grande. Sabíamos que no iba a ser fácil, porque estamos cambiando sin tomar atajos”.
“Normalmente los Presidentes que deben irse antes de tiempo son Presidentes que se han quedado solos. Es decir, Presidentes aislados”, señaló a La Tercera el politólogo argentino, Ignacio Labaquí. Es por esto que, según este experto, la actual crisis despierta el fantasma de 2001.
De acuerdo con un análisis realizado por el centro de estudios Nueva Mayoría, la mayor cantidad y frecuencia de paros generales en Argentina se llevaron a cabo durante los gobiernos de la Unión Cívica Radical. Alfonsín ocupa el primer puesto, con 13 huelgas, mientras que De la Rúa enfrentó una cada tres meses (nueve en total). En contraste, Cristina K tuvo una movilización cada 10 meses en su segundo mandato.
“Los problemas de gobernabilidad son estructurales en Argentina”, advierte Sergio Berensztein, analista político y columnista de La Nación. Aún así, explica que las especulaciones con respecto al fin anticipado de la gestión de Macri han crecido como resultado de la crisis de balanza de pagos que tiene el país desde mayo hasta ahora, con la devaluación del peso, entre otros.


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