Madrid indaga en las vanguardias portuguesas a través de Pessoa
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Madrid. - Ni la literatura ni el arte portugués del siglo XX se pueden entender sin Fernando Pessoa. La figura, la obra y los conceptos del escritor luso más reconocido universalmente tuvo una influencia crucial en las vanguardias de la época, reflejada ahora por primera vez en una exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Con una personalidad que él mismo describió como "múltiple", el poeta fue más allá de los movimientos dominantes surgidos en París, como el cubismo o el futurismo, e inventó "sus propios conceptos" en una vanguardia "periférica como la portuguesa", explica a dpa Joâo Fernandes, comisario de la muestra y subdirector del Reina Sofía.
"En vez de importarlas, crea sus propias vanguardias", matiza el experto. "No es exactamente un vanguardista, pero comprende que en su tiempo hay nuevos lenguajes, nuevos modos de ver el arte y la vida".
Bajo el título "Pessoa. Todo arte es una forma de literatura", la pinacoteca española contrapone a partir de hoy algunos de los textos del autor, publicados en las revistas portuguesas de las primeras décadas del siglo XX, con las obras de artistas contemporáneos menos conocidos actualmente a escala internacional.
Así, publicaciones como "Portugal Futurista", "Presença" o la mítica "Orpheu", fundada en 1915 por el propio Pessoa y por el escritor Mário de Sà-Carneiro, interaccionan en las distintas salas con las pinturas a lápiz de José de Almada Negreiros, las caricaturas de Jorge Barradas y los óleos de Guilherme de Santa Rita, Amadeo de Souza-Cardoso, Eduardo Viana y el matrimonio Delaunay.
En total, la muestra cuenta con más de 160 obras de unos 20 artistas lusos, además de revistas, libros, manifiestos y cartas.
En ellas subyacen conceptos como el interseccionismo, el paulismo o el sensacionalismo, todos ellos acuñados por Pessoa, pero también una senda propia que refleja la idiosincracia y la cultura popular lusa.
"Son contemporáneos, Pessoa es la figura referencial, pero curiosamente no hay una relación muy explícita entre ellos", detalla Fernandes.
La relación existe en cuanto que todos ellos viven y crean en un contexto concreto del Portugal que deja atrás su historia colonial y que, en medio de la decadencia económica, vislumbra la posibilidad de un renacimiento cultural.
"Pessoa jamás ha tenido una relación estrecha con nadie, ni con él mismo. Crea todo un universo de identidades dentro de él mismo y era un hombre tímido, pero que se encontraba con artistas, periodistas y poetas en los cafés de Lisboa", añade el comisario.
Fernando Pessoa (1888-1935) vivió parte de su juventud en Sudáfrica. A su vuelta en Lisboa, su ciudad natal, se ganó la vida como traductor, al tiempo que fundaba y dirigía publicaciones literarias donde publicó la mayor parte de su extensa y particular obra.
Sus más de cien heterónimos, que llegaron a confrontar posiciones en las páginas de una misma revista, reflejaban una concepción dialógica del mundo vinculada también con la tensión "entre lo local y lo internacional" que se respira en la vanguardia periférica portuguesa.
"Esta exposición tiene que ver con dos que vendrán después, una sobre el Dadá ruso y otra sobre autores extranjeros en el París de la posguerra. En todas ellas hay un elemento en común: el análisis de la relación entre centro y periferia", dijo hoy durante la presentación de la muestra el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 7 de mayo, será inaugurada por el primer ministro portugués, Antonio Costa.
En las obras expuestas solo hay que "buscar la frase silenciosa" que contienen, tal y como proponía el propio Pessoa.
"En vez de importarlas, crea sus propias vanguardias", matiza el experto. "No es exactamente un vanguardista, pero comprende que en su tiempo hay nuevos lenguajes, nuevos modos de ver el arte y la vida".
Bajo el título "Pessoa. Todo arte es una forma de literatura", la pinacoteca española contrapone a partir de hoy algunos de los textos del autor, publicados en las revistas portuguesas de las primeras décadas del siglo XX, con las obras de artistas contemporáneos menos conocidos actualmente a escala internacional.
Así, publicaciones como "Portugal Futurista", "Presença" o la mítica "Orpheu", fundada en 1915 por el propio Pessoa y por el escritor Mário de Sà-Carneiro, interaccionan en las distintas salas con las pinturas a lápiz de José de Almada Negreiros, las caricaturas de Jorge Barradas y los óleos de Guilherme de Santa Rita, Amadeo de Souza-Cardoso, Eduardo Viana y el matrimonio Delaunay.
En total, la muestra cuenta con más de 160 obras de unos 20 artistas lusos, además de revistas, libros, manifiestos y cartas.
En ellas subyacen conceptos como el interseccionismo, el paulismo o el sensacionalismo, todos ellos acuñados por Pessoa, pero también una senda propia que refleja la idiosincracia y la cultura popular lusa.
"Son contemporáneos, Pessoa es la figura referencial, pero curiosamente no hay una relación muy explícita entre ellos", detalla Fernandes.
La relación existe en cuanto que todos ellos viven y crean en un contexto concreto del Portugal que deja atrás su historia colonial y que, en medio de la decadencia económica, vislumbra la posibilidad de un renacimiento cultural.
"Pessoa jamás ha tenido una relación estrecha con nadie, ni con él mismo. Crea todo un universo de identidades dentro de él mismo y era un hombre tímido, pero que se encontraba con artistas, periodistas y poetas en los cafés de Lisboa", añade el comisario.
Fernando Pessoa (1888-1935) vivió parte de su juventud en Sudáfrica. A su vuelta en Lisboa, su ciudad natal, se ganó la vida como traductor, al tiempo que fundaba y dirigía publicaciones literarias donde publicó la mayor parte de su extensa y particular obra.
Sus más de cien heterónimos, que llegaron a confrontar posiciones en las páginas de una misma revista, reflejaban una concepción dialógica del mundo vinculada también con la tensión "entre lo local y lo internacional" que se respira en la vanguardia periférica portuguesa.
"Esta exposición tiene que ver con dos que vendrán después, una sobre el Dadá ruso y otra sobre autores extranjeros en el París de la posguerra. En todas ellas hay un elemento en común: el análisis de la relación entre centro y periferia", dijo hoy durante la presentación de la muestra el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 7 de mayo, será inaugurada por el primer ministro portugués, Antonio Costa.
En las obras expuestas solo hay que "buscar la frase silenciosa" que contienen, tal y como proponía el propio Pessoa.