El juicio ya había sido aplazado una primera vez el 29 de octubre pasado, después de que los tres jueces se desistieran invocando un "caso de conciencia".

El miércoles, Mohamed Badie, guía supremo de los Hermanos Musulmanes, movimiento al cual pertenecía el derrocado presidente egipcio Mohamed Mursi, perturbó la audiencia gritando consignas contra el gobierno instalado el 3 de julio pasado por los militares.

Lo mismo hicieron sus dos adjuntos y otros dirigentes de la cofradía musulmana.

También gritaron consignas contra el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Abdel Fatah al Sisi, hombre fuerte del régimen surgido del golpe de estado de julio pasado.

El presidente de la audiencia, el juez Mostafa Salama, suspendió la audiencia brevemente para calmar los ánimos, pero al reiniciarse el juicio siguieron los incidentes.

"Pedía a los acusados que se calmaran, pero no lo hicieron. Por esa razón nos desistimos", declaró Salama.

En un breve discurso, Badie, vestido con el uniforme blanco obligatorio para los presos, dijo que los egipcios "no abandonarán la libertad".

"¡El pueblo egipcio probó la libertad después de la revolución y desde la elección de Mohamed Mursi! ¡No abandonará esa libertad!", dijo Badie.

"¡Sisi traidor! ¡Sisi traidor!", gritaron sus camaradas al final del discurso.

Mohamed Badie y sus adjuntos, Jairat al Chater y Rachad Bayumi, son pasibles de la pena de muerte por "incitación" y "complicidad" en la muerte de nueve manifestantes anti Mursi el 30 de junio pasado.

Otros tres miembros de la cofradía son acusados de "asesinatos" y otros 29 islamistas son juzgados por haber participado directamente en los incidentes de ese día.

Badie también es juzgado por "incitación al asesinato" de manifestantes en una manifestación anti Mursi ocurrida el 15 de julio, 12 días después del golpe de estado.

El juicio comenzó el lunes pasado y fue aplazado hasta el 11 de febrero.