La caminata de doce días partió de la residencia familiar del soldado franco-israelí en Mitzpe Hila y está organizada por los padres del rehén con motivo del cuarto aniversario de su captura en el extremo de la franja de Gaza.
Vestidos con camisetas blancas y gorras con el lema Gilad está vivo, algunos participantes agitaban banderas en las que se leía: "es hora de traer a Gilad a casa", constató un periodista de la AFP.
Frente a la casa familiar en Mitzpe Hila, Noam Shalit, padre del soldado, declaró a la muchedumbre: "Sólo volveré a casa con Gilad". Lo acompañan en la marcha su esposa Aviva y sus otros dos hijos.
Cuando finalice el recorrido, la familia del soldado tiene la intención de instalarse en una tienda de campaña cerca de la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu hasta que Shalit sea liberado.
"Hemos esperado cuatro años y seguimos esperando, los que lo enviaron allí deben traerlo de vuelta", añadió Noam Shalit.
Gilad Shalit, de 23 años, no mantiene contacto con el exterior desde que fue capturado, el 25 de junio de 2006, por un comando palestino. Los atacantes salieron de un túnel y pillaron por sorpresa al equipo de un tanque de guardia cuando estaba adormilado. El soldado formaba parte de él. Dos militares murieron en el ataque y otro resultó herido.
Israel y el movimiento palestino Hamas, que controla la franja de Gaza, se culpan mutuamente del fracaso de las negociaciones sobre un canje de prisioneros, llevadas a cabo a través de Egipto y de un mediador alemán.
Según un sondeo publicado el viernes por el diario Yediot Aharonot, casi tres cuartas partes de los israelíes se declaran favorables al canje de "cientos de terroristas, incluidos asesinos" contra el soldado Shalit.
Pero la mayoría de los comentaristas dudan de que, a día de hoy, Netanyahu esté dispuesto a aceptar un canje de estas condiciones