Marruecos, más suave con los saharauis desde huelga de Haidar (activistas)
AFP, Agence France-Presse
La huelga de hambre de la activista Aminatu Haidar en diciembre en España llevó a las autoridades marroquíes a suavizar su política de dureza hacia los independentistas del Sáhara Occidental, según un grupo de defensores de derechos humanos.
Saharauis en un campamento en el desierto
Trayah es uno de los 10 activistas de derechos humanos de la ex colonia española del Sáhara Occidental que se encontraban estos días explicando su trabajo en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) aprovechando la presencia internacional en el festival de cine Fisahara.
"Se han visto obligados a desinflar esa política", añadió, después de la protesta de la activista, que fue expulsada a España por declararse saharaui, aunque finalmente Marruecos la readmitió y la Unión Europea (UE) emplazó a Rabat en marzo a respetar los derechos humanos en el Sáhara.
Otra consecuencia de la huelga de Haidar es que "se han devuelto títulos de viaje que se habían confiscado a muchos activistas" saharauis, añadió Mohamed Salem Aamar, miembro del Comité contra la Tortura Dajla del Sáhara Occidental.
Además las autoridades marroquíes "tratan de ajustarse al sistema legal: por ejemplo, ahora hay un juez que se presenta en las manifestaciones de saharauis para vigilar que se cumplan las normas y les da tiempo para que se retiren", ilustró Mohamed Hali, activista y estudiante de 22 años.
Pero "el cambio más notable de Marruecos es que antes se trataba de una represión directa, brutal, por parte de las fuerzas especiales y secretas y ahora se confían a otros servicios e involucran a los colonos marroquíes" que se instalan en el Sáhara Occidental, señala Trayah.
La visita de los activistas coincidió con la decisión de la ONU de ampliar un año el mandato en el Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos desde 1975, de su misión de paz, Minurso, la única de Naciones Unidas que no se encarga de velar por el respeto de los derechos humanos, ya que Marruecos y Francia están en contra.
"Existe cada vez más frustración generalizada en la población saharaui" respecto al papel de la Minurso, en el país desde 1991, tras el fin de la guerra entre Marruecos y el Frente Polisario saharaui, según la activista Nhabouha Sidi Mahmoud.
El malestar se extiende al papel de la ONU, que media en favor de un acuerdo entre marroquíes, partidarios de mantener su soberanía sobre el Sáhara pero otorgándole una amplia autonomía, y los saharauis, a favor de la independencia y de un referéndum de autodeterminación.
Tanto en los campos de refugiados como en "las zonas ocupadas, esta situación de 'ni paz ni guerra' crea mucha frustración", añade.
Ello produce "una presión muy fuerte por parte de la población saharaui de ambos lados del muro de volver a los enfrentamientos", según Rachid Mbark Baiti.
A esto se añade la falta de libertad de asociación, "políticas para dejar sin trabajo a los saharauis", expropiaciones de tierras cultivables en el Sáhara destinadas a empresas extranjeras, secuestros e "intentos de comprar voluntades", enumeraron.