Los combates, que estallaron el domingo entre dos clanes de la poderosa tribu árabe de los miseriya y continuaban el jueves, dejaron 133 muertos, según el jefe tribal Mojtar Babo Nimir, quien evocó también un "elevado" número de heridos.

Según otro jefe tribal, no involucrado en estos combates desarrollados cerca de la frontera con Sudán del Sur, "no hay tropas gubernamentales para separar a los bandos". Asimismo, aseguró que "más de 100 personas murieron".

Los enfrentamientos tribales por tierras y ganado son frecuentes y mortales en Sudán.

Kordofán del Oeste es una región fronteriza a su vez con Kordofán del Sur, escenario desde hace tres años de una rebelión de la rama norte del Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM-N), y de Darfur, donde el conflicto iniciado hace más de una década se recrudeció estos últimos meses.

Los expertos alertan del deterioro de las relaciones entre Jartum y las tribus, máxime cuando las autoridades les proporcionaron armas para combatir contra los rebeldes, que ahora utilizan en sus enfrentamientos locales vinculados a la tierra, agua y recursos minerales.